Cuba recibirá a Obama con hospitalidad y su dignidad intacta

Editado por Maydenys Rodríguez
2016-02-19 10:55:01

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Por: Guillermo Alvarado

Cuba se mantiene en el centro del interés mundial tras el anuncio de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará a La Habana el 21 y 22 de marzo, donde será recibido con la habitual hospìtalidad de este pueblo, que mantiene intactas su dignidad y su independencia tras más de medio siglo de diferendo con la poderosa nación norteña.

La noticia le dio rápidamente la vuelta al mundo y se convirtió en titular en los principales medios de comunicación, donde señalan que, después del triunfo de la Revolución, Obama es el primer jefe de Estado norteamericano en funciones que visitará al mayor archipiélago del Caribe.

Según Ben Rhodes, asesor del presidente estadounidense, este viaje ayudará a convertir en irreversible el proceso de normalización de las relaciones entre las dos naciones, iniciado el 17 de diciembre de 2014.

Para ello, sin embargo, hay retos importantes que enfrentar y vencer y el primero de ellos es el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, convertido en el cerco más largo contra un país en toda la historia de la humanidad.

Si bien Obama no tiene la posibilidad de eliminar por completo esta política agresiva, sí posee, como se ha recordado con frecuencia, la capacidad ejecutiva para vaciarla de contenido y convertirla en un despojo de la guerra fría, hasta tanto haya un Congreso suficientemente lúcido para mandarla al cajón de los malos recuerdos.

Además, debe devolverse a sus legítimos dueños el territorio usurpado en la oriental provincia de Guantánamo, un enclave donde se violan las más elementales normas jurídicas internacionales y del derecho humanitario

Washington debe terminar también con sus pretensiones añejas de provocar un cambio de régimen en Cuba y reconocer de una vez por todas que este pueblo tiene el derecho soberano de escoger el sistema social, político y económico que más convenga a sus intereses.

Es justo, también, que se haga una compensación adecuada por más de medio siglo de penurias, agresiones armadas, actos terroristas y daños a la economía que han dejado un caudal de muertes, heridos y sufrimientos innecesarios.

A pesar de todas estas diferencias, Cuba acogerá a Barack Obama con hospitalidad y está dispuesta a conversar con él sobre cualquier tema, porque posee la suficiente autoridad moral para hacerlo y no tiene absolutamente nada que esconder o de que avergonzarse, algo de lo cual el vecino del norte no puede jactarse.

Consideramos conveniente recordar una vez más que ni esta anunciada visita, ni el restablecimiento de los lazos diplomáticos, son dádiva graciosa, sino el resultado concreto del valor, la generosidad y la resistencia del pueblo cubano, que le han valido el reconocimiento mundial y un puesto destacado en el concierto de las naciones, aún entre aquellas que no comprenden, o no aceptan el modelo socialista que aquí se construye, como dijo el presidente Raúl Castro, “sin prisa, pero sin pausa”.



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