En 8 años la Unión Europea perdió la memoria

Editado por Pedro Manuel Otero
2021-05-26 11:05:56

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Unión Europea/Internet

Por: Arthur González

Como prueba irrefutable de la manipulación política contra naciones que luchan por su soberanía nacional, la Unión Europea acaba de disponer un conjunto de severas sanciones contra Bielorrusia, por el desvío forzado de un avión de pasajeros de la aerolínea Ryanair, mientras cubría la ruta de Grecia a Lituania, el pasado 23 de mayo 2021, hecho que de inmediato fue calificado de “descarado secuestro”, pues en el mismo viajaba el opositor Roman Protasevich, quien fue detenido una vez en tierra.

Ante el hecho, el bloque comunitario de los 27 países europeos acordó rápidamente nuevas sanciones económicas contra Minsk, entre ellas la prohibición del uso del espacio aéreo y los aeropuertos de la UE por parte de las compañías aéreas bielorrusas.

Según la presidenta de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen:

“La acción ha sido un ataque a la democracia, un ataque a la libertad de expresión y un ataque a la soberanía europea y este comportamiento indignante necesita una respuesta contundente, por lo que el Consejo Europeo ha decidido que habrá sanciones adicionales para los individuos que están involucrados en el secuestro, pero esta vez también para las empresas y entidades económicas que están financiando a ese régimen”.

El núcleo de la posición europea está centrado en la defensa del opositor bielorruso, quien, con el apoyo financiero y político de varios países de la Unión y de Estados Unidos, desarrolla en las redes sociales un papel importante en la organización de protestas masivas contra el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, acción subversiva que reconoció el propio Protasevich, ante las cámaras de la TV local.

Sin embargo, transcurrido solo 8 años de un hecho similar contra el avión presidencial del boliviano Evo Morales, a los ilustres representantes europeos se les borró de la memoria la humillación que le hicieron al presidente latinoamericano, por órdenes de la CIA, al suponer que en su aeronave iba el exanalista de la NSA y la CIA, el estadounidense Edward Snowden.

Evo regresaba de una visita oficial a Moscú donde está acogido Snowden, y funcionarios de la agencia de inteligencia yanqui versionaron erróneamente, que lo sacaban de forma clandestina hacia Bolivia. Por eso, el 3 de julio del 2013 el avión presidencial de Bolivia fue forzado a aterrizar en Austria, ante la negativa de España, Italia, Portugal y Francia, de otorgarle permiso para volar en su espacio aéreo, episodio sin antecedentes en la diplomacia internacional, especialmente en los honorables países europeos.

¿Por qué no fueron sancionados esas cuatro naciones y considerado el hecho como “un comportamiento indignante, un ataque a la democracia y a la soberanía de Bolivia”?

Muy simple, cumplían órdenes irrevocables de los Estados Unidos, dictador mundial que hace y deshace sin respetar derecho alguno.

Aquella acción ilegal contra un vuelo presidencial, no causó “indignación”, ni fue calificado de “peligro a la seguridad aérea internacional”, a pesar de que la aeronave estaba casi sin combustible y pudo provocarse un desastre con la pérdida de vidas humanas.

España, ante la solicitud de aterrizaje para reabastecer de combustible, dio el permiso, pero rápidamente cambió la decisión, con la prohibición incluso de sobrevolar el territorio nacional, al recibir órdenes de los yanquis.

Al aterrizar en Viena, las autoridades controlaron los pasaportes de todos los pasajeros del avión y al verificar que no estaba abordo Snowden, se le permitió despegar.

Ante una flagrante violación del derecho internacional, la Unión Europea no le exigió a la Organización de Aviación Civil Internacional que investigara urgentemente lo sucedido, tampoco calificó el hecho de “inaceptable, sin precedentes, ni de terrorismo de Estado”, como declaran ahora contra Bielorrusia.

El avión de la Ryanair aterrizó de emergencia en Minsk, tras recibirse la amenaza de una bomba a bordo, enviada al correo electrónico del aeropuerto de Minsk, en el que se afirmaba se haría estallar la aeronave sobre la cuidad de Vilna.

Lo sucedido hace solo 8 años contra el avión presidencial boliviano fue un acto de agresión, al negarle el espacio aéreo a un jefe Estado, que pudo provocar una catástrofe, solo por una especulación no comprobada de la CIA.

Mayores violaciones se reflejaron en la actitud del embajador de España en Viena, Alberto Carnero, quien de forma irreverente y con la prepotencia que caracteriza a los colonizadores, comunicó a los funcionarios bolivianos: “Si quieren sobrevolar la península y aterrizar en Las Palmas de Gran Canaria, tengo que revisar el avión”, decisión que le instruía telefónicamente el vicecanciller español.

¿Dónde está la ética y el respeto a las leyes internacionales de la Unión Europea?

La alineación a Washington es total y causa vergüenza entre las personas de bien, el que los europeos hayan perdido independencia y soberanía, por cumplir las órdenes que le imparten quienes dicen ser los “campeones de la democracia”.

Moral en paños menores apoyada por la guerra mediática y como expresó José Martí:

“Solo la moralidad de los individuos conserva el esplendor de las naciones”.

 



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