
The Spectator
Por: Alfredo García Almeida*
“Uno prácticamente acaba de comenzar su mandato; el otro está cerca de concluirlo. Ambos pueden ser sucedidos por gobiernos de ultraderecha que simbolizan exactamente lo contrario de sus ideales políticos. Ninguno de los dos se encuentra en su mejor momento de popularidad. A uno lo acusan de falta de ambición y de carisma; al otro, de complejo napoleónico. Son el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron”, así describe, Pablo Pardo, corresponsal del periódico español, El Mundo, en Madrid, la escena de llegada del presidente francés a Londres, el pasado martes.
Con un encuentro de tres días en Londres, ambos mandatarios celebran la “reconciliación” entre el Reino Unido y el resto de Europa, tras el trauma del Brexit, un paso más dentro de la reentrada del Reino Unido en Europa. Trascendió que el éxito o el fracaso de la cumbre, se va a medir con los resultados en: migración, Ucrania y cooperación nuclear.
Respecto a migración, el primer ministro quiere firmar con Macron un acuerdo basado en la idea “uno entra y otro sale”: el Reino Unido devolvería a Francia a los inmigrantes que llegan cruzando ilegalmente el Canal de la Mancha y a cambio aceptaría a un número equivalente de solicitantes de asilo previamente evaluados. Si Starmer logra un acuerdo, se habrá anotado un punto en una de las áreas en las que su gestión política es más criticada: la lucha contra la inmigración irregular.
A eso se suma el rechazo de Italia, España, Grecia, Malta y Chipre. Esas naciones son “de primera entrada” en materia migratoria, son la puerta de acceso a la UE para los indocumentados, por lo que temen que un acuerdo bilateral entre Francia y un país extracomunitario como Reino Unido, socave el Pacto Europeo de Migración y Asilo, que busca distribuir la carga migratoria de forma equitativa entre los países miembros.
Sobre cooperación nuclear, se espera una declaración conjunta para lanzar el megaproyecto nuclear Sizewell C, en el condado británico de Sussex, que constará de dos reactores fabricados por la empresa francesa, Framatome, capaces de proveer energía eléctrica a seis millones de hogares. El monto total de Sizewell C, oscila entre los 20.000 y los 40.000 millones de libras (de 23.000 a 46.000 millones de euros).
Europa cree que el presidente Trump, sigue intentando lograr un acuerdo de paz en Ucrania favorable a Rusia. Eso deja a la 'coalición de voluntarios' formada sobre todo por países europeos y dirigidos por Starmer y Macron, como la única fuerza sólida de apoyo a Kiev. El problema en este punto de la agenda, es que los países de la coalición dependen de la tecnología militar estadounidense y de su paraguas nuclear, por lo que la ayuda que pueden dar a Ucrania es limitada, al igual lo es, su capacidad para influir en Trump. Europa aguarda escéptica, por los resultados sobre el nuevo acercamiento galo-británico.
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.