Un templo, una historia (+ Fotos)

Editado por Maria Calvo
2021-09-28 22:21:37

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Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús

por Andrea Pérez

En la concurrida calle Reina, muy cerca de la esquina de Belascoaín, se erige majestuosa, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y San Ignacio y Loyola, sede principal de la orden de los Jesuitas en Cuba, que a poco más de un siglo de haberse iniciado su construcción es una silueta indispensable en el paisaje habanero.

Entrada de la iglesia del Sagrado
Corazón de Jesús

Catalogada por los especialistas como una joya neogótica, fue hecha al estilo de las catedrales del siglo XIII, respetando los detalles del estilo gótico, arco apuntado, arbotantes y contrafuertes que sostienen las altas bóvedas ojivales, amplios ventanales con luminosos vitrales.

La idea de su construcción surgió en torno al año 1907, pues los jesuitas deseaban quedarse en el centro de la ciudad ante el previsto traslado del antiguo colegio de Belén, en La Habana Vieja, hacia lo que es hoy el Instituto Técnico Militar José Martí (ITM) en Marianao. Pero no fue hasta 1914 que se colocó la primera piedra.

Considerada la más alta del país con poco más de 74 metros, tiene una torre de piedra caliza de casi 50 metros, rematada por una cruz de bronce yornamentada con 32 gárgolas góticas y otras esculturas labradas con motivos cristianos y símbolos no cristianos.

Al principio,muchos desconfiaban que tal proeza pudiese hacerse en Cuba,específicamente por las afectaciones que podrían causar los frecuentes huracanes a la estabilidad y seguridad de la torre. En 1923 el osado diseño cobró vida de manos del jesuita español Luis Gorgozay del arquitecto Eugenio Dediot, gracias a los generosos donativos de varios devotos de la época.
 

Torre iglesia del Sagrado Corazón
de Jesús

Uno de los elementos criticados por los especialistas es su emplazamiento. Al respecto el doctor Juan de las Cuevas en su libro 500 años de construcciones en Cuba recoge varios criterios. Entre ellos el de EmilioRoig de Leuchsenring, el primer historiador de la ciudad, quien opinó que la parroquia “carece de suficiente espacio por el frente para apreciarla en su debida perspectiva”.

Algunos escritos hacen referencia a que no pudieron adquirirse los terrenos aledaños.

El proyecto original contemplaba que todo el decorado interno y la disposición de las naves laterales, el altar mayor y los impresionantes vitrales ofrecieran al visitante conocimientos del evangelio, del desarrollo de la congregación y sus personalidades más ilustres.

Así, a juicio de Francisco Ecolastico Hidalgo, su actual párroco, una iglesia enclavada en Centro Habana podía conectar a los feligreses con la historia universal, desde el siglo XVI hasta hoy y ese es uno de sus principales valores.

Desde su entrada, la iglesia recibe al visitante con una escultura del Sagrado Corazón de Jesús, apoyado en una columna con un capitel decorado que muestra la parábola del hijo prodigo.

Altar iglesia de Reina

El interior, de deslumbrante belleza, asombra por el trabajo cuidadoso y detallado de cada ornamento. También impresionante por la gigantesca imagen del Sagrado Corazón, esta vez, en actitud de bendecir a sus fieles, tallada en madera al estilo bizantino, que preside el altar mayor.

Pero, sin lugar a dudas, sus vitrales, confeccionados exclusivamente para el templo por la Casa Mauméjean de Madrid-París-San Sebastián, son el aspecto más llamativo de este inmueble, tanto por la superficie que ocupan (300 metros cuadrados) como por su belleza y colorido. Son en total 169 vitrinas, de ellas 33 grandes y 136 de menor tamaño.

Sus temas integran con gran armoníalos pasajes bíblicos, la historia universal y el propio desarrollo de la Compañía de Jesús. Las cuestiones jesuitas se sitúan en la nave central (plantas baja y alta) y las teológicas se encuentran en el ábside y el crucero.

Cuenta el padre Francisco que uno de los curas, Emilio Veza, que vivió en la residencia anexa a la parroquia, se dedicó a estudiar cada uno y como resultado de su investigación compiló la historia detrás de cada una de las vidrieras. “Recuerdo que se trepaba por cada rincón del templo y logró tomarle fotografías a todos.

Interior de la iglesia de Reina

“Es impresionante la riqueza histórica de estas imágenes, continúa, uno puede pasar semanas deleitándose solo con lo que narran; cada episodio o personaje abre una puerta al conocimiento”.

Próxima a cumplir un siglo en el 2023 el templo ha pasado por varios trabajos reconstructivos. Las naves laterales, los cuatro pináculos frontales y los muros que los sostienen ya fueron remodelados con mucho cuidado y respetando lo más posible el modelo original. La Oficina del Historiador de la Ciudad a fines de la década del 90.

Pues “aunque se encuentra fuera de los límites geográficos del Centro Histórico de la Ciudad, se entendió la necesidad de contribuir al rescate de esta bella edificación, en aras de la salvaguarda debida a las obras que por sus valores constituyen parte del Patrimonio Nacional”.

En esa oportunidad lograron salvar la empinada torre de un desplome seguro. Los arquitectos buscaron soluciones para garantizar su estabilidad y después de varios estudios “se le confirió a la estructura pétrea original una robusta osamenta metálica, mediante anclajes cuidadosamente dispuestos, soporte y riostras”.

Restauración iglesia Reina

No es una tarea fácil, pues la estructura está cargada de ornamentos y detalles, sería imperdonable perderlos.

La restauración y la rehabilitación son tareas que deben llevarse a cabo con serenidad, en plena calma técnica, con ojo atento y oído avizor a cualesquiera de los problemas y dificultades que normalmente inciden en este tipo de intervención constructiva.

Es un deber insoslayable hacer un llamado a la rehabilitación total del templo, una vez finalizados los trabajos de la torre, en cuya cúspide –desde la Epifanía de Reyes Magos de este año– se yergue airosa la espléndida cruz custodia de bronce de 1,87 metros de altura.

La aspiración es que la Iglesia de Reina celebre su siglo de vida totalmente restaurada, para que siga engalanando la calle con la que comparte el nombre, y su historia continúe junto a los capitalinos. (Tomado del Periódico Trabajadores)

 



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