Moscú, 9 dic (RHC) El presidente ruso, Vladimir Putin, se encuentra en París para la cumbre del Cuarteto de Normandía (Rusia, Francia, Alemania y Ucrania) y presentará su posición en la solución del conflicto de la rebelde región de Donbass.

De ninguna forma habrá adaptaciones, como la de sustituir los comicios anticipadas en Donetsk y Lugansk, como estipulan los acuerdos de Minsk de 2015, por una realización, según al gráfico de comicios pretendido por Kiev, indicó una fuente del Kremlin, citada por la prensa.

Rusia mantiene una firme posición ante los deseos del gobierno ucraniano de introducir modificaciones al texto de los arreglos alcanzados en la capital belarusa, el 12 de febrero de 2015, señala la Presidencia.

El encuentro del mandatario ruso, Vladimir Putin, con su similar ucraniano, Vladimir Zelensky, será uno de las últimas actividades de su estancia en París, donde conversará con su similar francés galo, Emmanuel Macron y la canciller federal alemana, Angela Merkel, indicó esa fuente.

Se prevé que luego de las referidas reuniones bilaterales, los cuatro estadistas abordarán por más de dos horas el conflicto en Donbass, tras lo cual ofrecerán una conferencia de prensa conjunta y solo después se realizará una reunión de Putin con Zelensky, señaló el Kremlin.

Los acuerdos de Minsk incluyen el fin de las hostilidades, la retirada de armamento pesado de entre 50 y 140 kilómetros de la línea de confrontación, bajo supervisión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que también verificará el alto el fuego.

Después, debe iniciarse el diálogo sobre elecciones regionales en algunas regiones de Donetsk y Lugansk, donde funciona el gobierno rebelde, y determinarse el estatus especial para esas zonas, según una ley ucraniana en ese sentido.

A ello sigue la aprobación de una ley de amnistía, y la liberación e intercambio de prisioneros, según normas internacionales.

Los arreglos de Minsk también estipulan la distribución segura de ayuda humanitaria y el restablecimiento de los lazos socioeconómicos de Ucrania con Donbass, incluido el pago de pensiones.

Además, la recuperación por Kiev del control de la frontera de esa zona con Rusia, debe iniciarse solo después de la realización de los comicios regionales.

A ello seguiría la salida de tropas extranjeras o mercenarias de la zona de confrontación y el desarma de grupos irregulares, supervisado por la OSCE, así como una reforma constitucional para la descentralización del poder y sobre el estatus especial de Donetsk y Lugansk.

Un penúltimo punto de los arreglos seria acordar en concreto el asunto de las elecciones municipales con Donetsk y Lugansk, bajo supervisión de órganos de derechos humanos de la OSCE y según leyes ucranianas.

El conjunto de medidas para cumplir los acuerdos de Minsk lo firmaron, sin distinción de rangos, representantes ucranianos, rusos y de la OSCE del Grupo de Contacto sobre Donbass, así como de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

Tales medidas recibieron el apoyo de los máximos dirigentes de Francia, Rusia, Ucrania y Alemania en una declaración conjunta.