El tiro deportivo cubano tiene que vencer a los rivales y al bloqueo estadounidense

Editado por Orlando González Cruz
2020-11-02 09:16:35

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La Habana, 2 nov (JIT) El impacto del Bloqueo Económico, Comercial y Financiero de Estados Unidos contra Cuba, en todas las esferas del desarrollo social, volvió a ser denunciado recientemente.

El deporte no ha estado exento de importantes afectaciones para su desarrollo y entre las modalidades más golpeadas aparece el tiro deportivo.

En los últimos años, con el recrudecimiento del cerco a la Isla, aumentado por la aplicación de nuevos títulos de la Ley Helms-Burton, se dificultan y encarecen las adquisidores de armas y municiones para la práctica de esta disciplina.

Un análisis de los costos adicionales que implica burlar el Bloqueo para garantizar el entrenamiento de los equipos nacionales de tiro, cifra en miles de dólares lo erogado por el Inder entre abril de 2019 y marzo de 2020.

Con el avance de las tecnologías, la calidad de las armas y municiones determinan los resultados de cada modalidad. Por eso se antojan imprescindibles, para competiciones mundiales, las balas Eley, los cartuchos Clever, las escopetas Bereta y Perazzi, las pistolas Walther y Pardini, y los fusiles Aunschutz, entre otros medios.

Para acceder a esos, el tiro cubano enfrenta muchas vicisitudes en el mercado internacional.

El más reciente informe del Inder refleja que la firma italiana de cartuchos Clever no puede venderlos si el destino final es Cuba, lo que obligó a tomar otras alternativas.

La Eley, de origen inglés, no vende las cifras requeridas, salvo de forma parcial por tratarse de la nación caribeña. Entonces se necesitarían 20 envíos durante cinco meses para importar lo deseado, multiplicando los gastos por flete y otros conceptos.

Otra opción para garantizar la preparación de nuestros atletas ha sido el cumplimiento de bases de entrenamiento en el exterior, con el fin de sortear la carencia de municiones. En la etapa referida, un total de nueve estancias en El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Perú costaron cerca de 95 mil USD.

Resulta conocido que las preselecciones nacionales aguardan desde 2016 por nuevas armas y municiones. El contrato ha sido cerrado, pero está abierta la carta de crédito para la importación. Sin embargo, demoras en los permisos de transportación en naciones de Europa con destino a España, y de exportación hacia Cuba, lo han impedido.

A la espera de esos artículos se han debido pagar extensiones de la carta de crédito, pero lo más importante radica en que los atletas no han podido emplear esas balas, pistolas y fusiles.

Rafael Guerra, presidente de la Federación Cubana de Tiro Deportivo, recordó que tales afectaciones tienen un largo historial desde la década de 1990, así como obstáculos para la obtención de visados de atletas y entrenadores para lides en Estados Unidos. Todo ello ha repercutido en los resultados deportivos.

En la prohibición de ventas existen antecedentes memorables. Bereta, por ejemplo, se negó a vender tres escopetas, mientras que Walther hizo lo propio con pistolas de fuego central, ambas por la existencia de capital estadounidense. Por similar razón, la firma Águila de México no nos provee de municiones.

Las relaciones directas con Eley resultan imposibles por ese mismo argumento. Su bala Eley Tenex se califica de especial para tiro con fusil de alta precisión. Sin esas es muy difícil lograr buenos resultados al máximo nivel.

«El encarecimiento a través de terceros ha sido siempre considerable, además de que las partidas suelen demorarse. Recuerdo que las municiones para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 llegaron a finales de mayo de 2011 por medio de una empresa rusa que las compró en una armería española», detalló Guerra.

El exatleta y por muchos años comisionado nacional significó que tales carencias han afectado los resultados, como en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, cuando se perdieron dos medallas por fallas debido a municiones vencidas.

Antes, en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, el luego campeón olímpico de Londres 2012, Leuris Pupo, perdió la presea de oro en la pistola tiro rápido 25 metros por un problema con su arma.

«Tanto Pupo como el resto de los tiradores cubanos se entrenan muy poco con fuego verdadero en nuestro país, debido al Bloqueo», sentenció Guerra.



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