Quito, 13 feb (RHC) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió los valores de su proyecto político, Revolución Ciudadana, en función de las mayorías e instó al pueblo a evitar un retorno al pasado de corrupción e inequidades.
Durante su tradicional informe de labores semanal, desmintió Correa una serie de informaciones de las áreas económica, social y política, divulgadas por gran parte de la prensa del país andino, que, a su juicio, sataniza cualquier acción del actual Ejecutivo e idealiza el pasado.
El primer mandatario también reconoció que varias de sus medidas atentan contra los intereses de la clase más pudiente, pero ratificó su intención de servir a las mayorías y en especial, a los más pobres.
Una vez más, el jefe de Estado criticó a quienes califican de gasto público a la adecuada inversión social, desarrollada para suplir carencias y necesidades que la nación tenía desde hace décadas, como mayor cantidad de unidades médicas, hospitales, escuelas e hidroeléctricas, entre otras obras.
Aseguró el presidente que solo una de las hidroeléctricas construidas en su periodo de gobierno, la denominada Coca Codo Sinclair permitirá a Ecuador ahorrar unos 600 millones de dólares por año.
Rafael Correa denunció, además, que en el pasado las asignaciones de los gobiernos locales fueran instrumentos de chantaje y a veces tuvieran retrasos de hasta seis meses, en tanto municipios como Guayaquil y Quito eran privilegiados porque en ellos primaban los favores políticos de mano de la corrupción.