IPK listo para prevenir y enfrentar el COVID-19 en Cuba

Editado por Julio Pérez
2020-03-09 04:29:47

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Doctor Manuel Romero Placeres, director del IPK.

La Habana, 9 mar (RHC) En medio de la tensa situación sanitaria que vive el mundo, ante la propagación del nuevo coronavirus causante de la enfermedad COVID-19, Cuba ha reforzado sus medidas de vigilancia epidemiológica a todos los niveles del sistema de salud y el control sanitario internacional. Contar con una institución de referencia para la investigación, el diagnóstico, manejo y tratamiento de las enfermedades infecciosas, como es el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), constituye en este escenario una fortaleza para la Isla, que desplegó un amplio plan de medidas con vistas a disminuir el riesgo de entrada del virus al país y su diseminación en el territorio nacional.

“Nuestro centro está preparado para recibir a pacientes que tengan alguna sintomatología desde el punto de vista clínico y epidemiológico. De hecho, hemos recibido pacientes en vigilancia. Se han tomado y analizado ocho muestras específicas para la COVID-19 que han sido negativas”, apuntó el doctor Manuel Romero Placeres, director del IPK, informa Cubadebate.

De acuerdo con el especialista, en los laboratorios de este centro se realiza el diagnóstico para 17 virus respiratorios, 16 que habitualmente se vigilan en todo el país, más el nuevo coronavirus.

Agregó que desde el IPK se “han preparado y capacitado en este diagnóstico específico a los laboratorios del Centro Provincial de Higiene y de Microbiología de Villa Clara, y Santiago de Cuba”.

El IPK es una institución que ha sido preparada sistemáticamente para diferentes tipos de enfermedades transmisibles como el cólera, el dengue, el zika, entre otras. En estos momentos nos preparamos para el enfrentamiento a la enfermedad respiratoria aguda COVID-19, puntualizó Romero Placeres.

Aunque no existen casos confirmados en el país, llamó la atención sobre el hecho de que como infección respiratoria, la población debe estar alerta y pendiente del cuidado de su salud, y la de los demás, ante la aparición de algún síntoma como fiebre, tos, secreción nasal, dolor de garganta y malestar general, similares a los de otros tipos de gripe que suceden con frecuencia en la población.

Un total de 160 camas se encuentran disponibles en la institución para enfrentar un posible escenario de entrada del virus al territorio nacional, dijo el especialista. “Nos estamos preparando también para recibir casos de niños o embarazadas que puedan tener sospecha de esta enfermedad. Tenemos dispuestas 20 camas para estos grupos, el resto es para pacientes adultos, hombres y mujeres que puedan padecer la COVID-19”.

El doctor José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, informó recientemente en la reunión territorial del occidente del país para la prevención y enfrentamiento al COVID-19, que ya  han sido designadas las instituciones que se dispondrán para el aislamiento oportuno de casos sospechosos o positivos, con más de 2400 camas en todo el país en una primera etapa, que se incrementarían de ser necesario. Los servicios de salud están preparados para ante la presencia de pacientes con  síntomas respiratorios  conducir a estos por el sistema de salud, dijo el titular.

“Se ha ido capacitando todo el personal, reforzando la bioseguridad para el enfrentamiento a las enfermedades respiratorias”, apuntó Romero Placeres. La ruta crítica, que se ha ido explicando a través de los diferentes medios, es que puede recibirse algún paciente a partir de su entrada por puertos, aeropuertos, marinas u hospitales, que tengan alguna sintomatología sospechosa. Estos se llevan a un centro de aislamiento, locales que están diseñados en todo el país con este fin y luego se trasladan a los hospitales de referencia para cada región, explicó Romero Placeres.

Respecto a la toma de muestras, sostuvo que la provincia de Santiago de Cuba recibirá las muestras de todo el oriente del país y el laboratorio de Villa Clara, del centro del territorio nacional, quedando para el IPK todo el occidente, además de las referencias de estos otros dos laboratorios.

Los laboratorios están equipados y tiene los medios necesarios para el diagnóstico de la enfermedad, que han sido facilitados por el Ministerio de Salud Pública y por la Organización Panamericana de la Salud, reiteró el especialista.

En ellos—dijo— se puede hacer diagnóstico para 17 virus, como es el caso de la Influenza A y B, y el virus sincitial respiratorio, debido a que en esta época del año lo que con mayor frecuencia ocurre en el país es el incremento de las infecciones respiratorias agudas, si bien muestran una tendencia a la disminución con respecto a años anteriores.

“También se diagnostican otros tipos de coronavirus que no tienen nada que ver con la COVID-19”, dijo. Para el traslado de las muestras también se han establecido rigurosos protocolos relacionados con el empaque y el cómo se protege, tanto al personal de salud como a toda la población, para llegar al diagnóstico de esta enfermedad.

Según el entrevistado, la muestra respiratoria se toma por exudado nasal y faríngeo. “Tiene un aditamento que es similar a un tubito, donde luego de tomar la muestra con todas las precauciones de bioseguridad que tiene que tener el técnico o profesional de laboratorio para realizar esta operación, introduce estos dos hisopos dentro de ese tubito. Ese sería el primer empaque de protección de esta muestra”.

El segundo empaque se prepara con un nylon y algodón, papel, un material que posibilite rodear el tubo de ensayo que contiene esta muestra de exudado y que pueda retener el contenido si ocurre algún derrame de la misma. El nylon se sella y además se coloca vertical en otro empaque, que es una valija donde se va a transportar la muestra hacia los laboratorios para la determinación de los diferentes virus respiratorios.

De acuerdo con el director del IPK, las muestras se toman entre el primero y el séptimo día, preferiblemente entre el tercero y el quinto. “Estas muestras se lo recogen a todo caso que tiene criterio de ser sospechoso y de ser vigilado por su sintomatología y que se trate de un paciente que provenga de algunos de los países donde hay casos y transmisión de esta enfermedad: China, Irán, Italia, Japón, entre otros.

Romero Placeres agregó que el IPK continúa haciendo sus actividades habituales de trabajo para otros tipos de enfermedades, como la atención a personas que viven con VIH, pacientes con tuberculosis, o algún tipo de arbovirosis y nos vamos preparando para el enfrentamiento de esta nueva enfermedad. “Ya tenemos bien desarrollado el Plan para enfrentar la posible entrada del COVID-19, que esperamos que no ocurra, pero si sucede ya estamos preparados para ello”, dijo.

Para Eric Martínez, Doctor en Ciencias, profesor titular de Pediatría e Investigador de Mérito del IPK, la mejor manera de enfrentar al nuevo coronavirus es la prevención. “Hay una frase del Comandante en Jefe, Fidel Castro, que se aplica a este caso, y es esa que dice que la mejor forma de ganar una guerra es evitarla.

Ganar la guerra aquí significa evitar la entrada de la COVID-19 a nuestro país, evitar que se infecte una persona. Ganar la guerra para esa persona, dependerá del manejo individual de los casos, de pensar que cada infectado puede ser un caso grave y por tanto debe ser atendido oportunamente”.

Hay medidas generales de prevención: el lavado de las manos es imprescindible; hay otras que son hasta gratis, pero muy difíciles de cumplir y tienen que ver con qué si se presentan síntomas respiratorios no hablar con otras personas y saludar sin besos ni abrazos, abundó el experto.

“Cualquier virus respiratorio muestra más o menos un cuadro parecido. Se calcula que cada año alrededor del 15 % de los cuadros respiratorios que tiene el país son producidos por coronavirus; ha estado con nosotros y está, solo que ahora hay un coronavirus diferente, que tiene una virulencia mayor y puede agravar en un periodo determinado”, explicó el profesor.

La COVID-19 durante los primeros días se manifiesta como un cuadro catarral común y corriente, entonces hay que enseñar a la población cómo protegerse y cómo no adquirirla, apuntó el doctor Martínez. “Es más fácil la protección del dengue o el cólera, los virus respiratorios están en el aire, por eso se habla también de una distancia prudencial de un metro y medio a dos metros, entre las personas. Nada de eso cuesta dinero, pero probablemente sea lo más difícil de conseguir”, dijo.

Según el especialista, los otros virus que causan infecciones respiratorias, casi todos evolucionan con mayor frecuencia hacia la curación espontánea. “Es cierto que las neumonías virales existen y pueden agravarse, lo más frecuente es que siendo virales se le asocie un componente bacteriano”.

“Este tipo serológico de coronavirus es más agresivo que los que habitualmente circulan, no nos avisa cuando llega, no nos dice aquí llegué y a este individuo lo voy a agravar, por lo cual tenemos que organizar la vigilancia del paciente, su seguimiento, pensando que la mayoría va a evolucionar bien, pero que la excepción puede ser el paciente que tenemos delante y estamos en la obligación de salvarle la vida”, dijo.

Es vital, consideró, que la población se mantenga informada. “Los medios de comunicación son muy importantes, pero no bastan. Hoy hay que buscar todas las vías posibles, porque muchos jóvenes no leen, no ven televisión, no escuchan radio, y hay que llegar a ellos, ya sea a través de las redes sociales, internet, que es donde más tiempo pasan. Pero hay que llegar al consejo popular, la escuela, la empresa de transporte, es decir, a todo el mundo, para poder ponerle freno, y así está concebido en el plan”, dijo.

“Eso lo podemos soñar en Cuba, donde tenemos un sistema de salud concebido para llegar hasta la última persona”, señaló el doctor Martínez. Tenemos además la fortaleza de contar con capacidades instaladas para realizar estudios de virología molecular en La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba, y con los reactivos para hacer el diagnóstico, dijo. Las personas que se someten a este estudio específico para la COVID-19 tienen que reunir el criterio clínico y el criterio epidemiológico, para tomar la muestra en el momento adecuado, y dé el resultado fidedigno.

Durante ese tiempo se vigilan los casos de las personas que resultan sospechosas, explicó. Respecto a la incidencia del virus sobre la población infantil, el doctor Martínez explicó que la población pediátrica es priorizada siempre, pero en particular en Cuba exaltamos mucho el cuidado de los pequeños. “Parece ser que los coronavirus—digo ‘los’ porque estamos hablando del que está circulando actualmente, que es la COVID-19, pero sus predecesores, que produjeron el MERS y el SARS hace 10 y 18 años, respectivamente— en general afectan menos a la población infantil, o al menos los afectados tienen menos tendencia a agravar”.

“Esto siempre se dice con muchas reservas, porque cada circunstancia tiene sus particularidades, pero lo cierto es que el grueso de los enfermos son adultos y los que agravan son adultos, los que van a terapia son adultos. Esa tendencia se está estudiando, pero no hay una explicación sobre el tema. Por supuesto, nada debe tomarse con carácter absoluto, porque la enfermedad, las especialidades tienen sus particularidades”, dijo.

El profesor apuntó que la epidemiología es muy general, “pero las ciencias que atendemos personas atendemos esas individualidades, no hay nada más importante que la persona que tengo frente a mí, sea adulto o niño”. Ahora es tiempo de prevenir, concluyó el doctor.

Como parte del proceso de preparación para prevenir y controlar la infección por coronavirus COVID-19, la preparación es esencial y transversal a todos los componentes de la estrategia nacional. Así aseguró el doctor José Luis Aparicio Suárez, jefe del departamento de Posgrado del Ministerio de Salud Pública, al ampliar información sobre el Curso de “Actualización en prevención y control de la enfermedad por COVID-19”, que concluye hoy en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).

“La capacitación  iniciada en una primera etapa y dirigida a todos los profesionales y trabajadores del sector, así como de otros sectores, organizaciones y estudiantes de las ciencias médicas del país es un proceso continuo, escalonado, enfocado a grupos específicos acorde a la profesión u ocupación”, dijo el especialista.

Se trata de una estrategia con niveles crecientes de profundidad y alcance. “Ya prácticamente está concluida la primera etapa de la capacitación generada a nivel de país y se está asegurando ahora la calidad de una segunda etapa con un nivel de profundidad superior”, explicó.

Apuntó que el IPK, una emblemática institución con vasta experiencia en el campo de las enfermedades transmisibles, con profesores de reconocido prestigio, paradigmáticos en cada una de sus respectivas especialidades, está dirigido a los facilitadores que van a propiciar esta segunda etapa de la capacitación a nivel de municipio.

“Aquí están representados los directores de las principales instituciones del país, epidemiólogos, intensivistas pediátricos, intensivistas de adultos y otras especialidades; aproximadamente 150 profesionales de las 15 provincias del país, que se convertirán en facilitadores de estos conocimientos en sus territorios”, dijo.

El curso— apuntó— está dirigido a capacitar sobre los elementos que permitan identificar a una persona sospechosa del COVID-19, los aspectos generales de la infección por este nuevo coronavirus, qué protocolos de actuación seguir con estos pacientes, el manejo clínico de casos sospechosos, probables y confirmados por  COVID-19 que pudiéramos tener en el país, tanto en pediatría como en adultos, y enfatizando en el tratamiento en las terapias intensivas.

Otros aspectos están dirigidos a abordar el tema de la bioseguridad, esencial para la protección del personal sanitario, de los pacientes y de la comunidad. Asimismo, el curso contempla los elementos del diagnóstico laboratorial y el manejo de muestras, y un tema vital como la estrategia comunicacional para informar a todos los públicos las medidas de protección en sentido general y las medidas de protección específicas acordes a los sectores.

De acuerdo con el especialista, la capacitación en la segunda etapa, estará dirigida a todos los grupos específicos dentro del Ministerio de Salud Pública, al resto de los organismos de la Administración Central del Estado, las organizaciones y la población en sentido general. “Esta preparación ha tenido en cuenta lo que está sucediendo en el mundo, en la región y la preparación para la posible entrada en Cuba de esta enfermedad”, sostuvo.

Para el doctor Jorge González Pérez, director nacional de docencia médica del Ministerio de Salud Pública, explicó que más adelante está prevista una tercera etapa de capacitación y dijo que la red de universidades y facultades de ciencias médicas en todas las provincias del país son una fortaleza, en tanto permite que a través de la infraestructura que tiene el sistema de salud se pueda llegar a todas las provincias y territorios.

“En el sistema de salud forman parte de la universidad también un hospital, un policlínico, un consultorio, de forma tal que la red de universidades abarca todos los consultorios del Médico de la Familia y todas las instituciones asistenciales. Esto permite que cuando estamos haciendo un proceso de capacitación lo llevamos hasta la atención primaria de salud, que es la unidad básica del sistema”, explicó González Pérez.

Agregó que el proceso de capacitación está concentrado en primer lugar en los actores que tienen que identificar la presencia de esta posible enfermedad. Está vinculado con los médicos, pero no solo ellos sino también las enfermeras, todo el personal de salud, donde quiera que esté ubicado.

“Lo más importante para nosotros no es esperar a que la persona vaya al sistema de salud con una enfermedad, sino la acción preventiva que ha caracterizado al sistema de salud cubano. Es por ello que desde que se conoció la enfermedad hemos tratado de darle la información necesaria todo el personal de salud del país, para que a su vez se lo dé a conocer a la población, porque el éxito del enfrentamiento de esta epidemia está dado en que la población participe”, dijo el especialista.

“Quien puede tener los síntomas es la persona, quien sabe que tiene fiebre, tos, un cuadro de malestar general, es la persona; si la persona que sabe que tiene todo eso, no participa en la protección del resto de la población, podemos llegar tarde al enfrentamiento”, dijo.

En ese sentido expuso que la capacitación del pueblo es esencial, por lo cual se van a realizar audiencias sanitarias, y se trabajará a través de la FMC, y de los CDR, para que esta información llegue a la población.

 

 

(Cubadebate)



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