Un sitio sagrado donde se respira la intransigencia de Maceo

Editado por Maite González Martínez
2020-06-14 08:58:35

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Foto / ACN.

Por: Guadalupe Yaujar Díaz

La Habana, 14 jun (RHC) La casa natal de Antonio Maceo Grajales, insigne patriota de las tres guerras libertarias del siglo XIX en Cuba, constituye una joya patrimonial de obligada visita para quien desee conocer a uno de los hijos más ilustres del país caribeño.

Ubicada en la calle Los Maceo No. 207, antigua calle Providencia No.16, en la ciudad de Santiago de Cuba, acogió el nacimiento del excepcional luchador y pensador el 14 de junio de 1845, primigenio de Marcos Maceo y Mariana Grajales, la estoica mambisa que educó con virtuosismo a una larga prole de vástagos en el desempeño de las mejores cualidades humanas y el amor infinito a la patria.

La edificación, construida a principios del siglo XIX, mantiene la arquitectura colonial y conserva originales las paredes de cuje y adobe, las rejas de las ventanas y el piso de las habitaciones.

En el inmueble, residió Juana Bautista Hernández, antigua esclava de la familia Muchulí Hernández, parientes de José Antonio Muchulí, padre de Marcos Maceo.

El documento más antiguo que se conoce relacionado con la casa de Providencia data del 29 de agosto de 1857, fecha en que fue registrada en la escribanía de la Real Hacienda, su venta a Marcos Maceo por Juana Bautista Hernández e hijos.

La vivienda era utilizada por la familia Maceo como casa de tránsito, ya que residía en Majaguabo, San Luis, donde tenía propiedades dedicadas al cultivo del café, tabaco y frutos menores. Según testimonio de Dominga Maceo, en aquella se hospedaban, durante sus frecuentes viajes a la ciudad, para realizar actividades sociales y comerciales.

El Museo Casa Natal, inaugurado el 5 de diciembre de 1974, acoge en varios espacios de exposición, un colgadizo y el patio interior, una colección de más de 200 piezas, entre objetos históricos, documentos, esculturas, armas, numismática y arte decorativo.

En el recinto, que recoge la vida de Antonio Maceo desde su incorporación a la guerra independentista en 1868 hasta su muerte, pueden apreciarse objetos personales del Mayor General del Ejército Libertador, relatos de sus combates y la imprenta original donde se tiró el periódico insurrecto El Cubano Libre, publicación que calificó de “artillería pesada de la Revolución”.

El Museo exhibe pertenencias de la familia Maceo Grajales, incluidos muebles, vajillas y otros artículos de uso personal.

El sitio, declarado Monumento Nacional en 1978, nos recuerda la preclara advertencia que nos legara para todos los tiempos: “Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”.

Ejemplo de bravura y arrojo, más allá de grados militares o jerarquías, los cubanos le concedieron un título de superior dimensión: Titán de Bronce.

Al no aceptar la paz con las indignas condiciones propuesta por el colonialismo español (sin independencia ni abolición de la esclavitud), su Protesta de Baraguá lo inmortalizó como símbolo de intransigencia revolucionaria, la misma que se respira en cada rincón de este inmueble distinguido de la urbe santiaguera.



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