Con pérfido designio, OEA acecha a Dominica

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-11-28 09:47:29

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Foto: TelesurTV.

Por: Roberto Morejón

La sombra tenebrosa de la OEA se cierne sobre la campaña electoral en la diminuta isla de Dominica, cuyo gobierno trata de mantener la transparencia e imparcialidad de la justa, así como las manos extranjeras fuera del proceso.

La entidad al mando del secretario general Luis Almagro, miembro de oficio del Departamento norteamericano de Estado, busca desde hace meses intervenir en los acontecimientos políticos de Dominica, de 75 mil habitantes.

Sospechosamente, la OEA pretende imponer su presencia en los comicios en Dominica del próximo seis de diciembre, al invocar la supuesta importancia de su misión.

El gobierno encabezado por el primer ministro, Roosevelt Skerrit, invitó a la CARICOM, Comunidad del Caribe, y a otras entidades y NO cerró las puertas a la OEA, pero se negó rotundamente a aceptar imposiciones.

Esa entidad, con marcada acción contraria al expresidente de Bolivia Evo Morales en los comicios del 20 de octubre, carece de credenciales cristalinas como árbitro.

Mucho más cuando el propio Almagro hizo un breve alto en sus perennes gestiones contra Venezuela para hacerle el juego al opositor Partido Unificado de los Trabajadores, de Dominica, y a su dirigente Lennox Linton, quienes exigen una reforma electoral.

El premier de Dominica acusó a la formación opositora de organizar protestas en Roseau, la capital, respondidas por las fuerzas del orden, e interpretadas como un intento de introducir la violencia en la pacífica Dominica.

Como el país pertenece al ALBA, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, y desarrolla relaciones amistosas con Estados de la región, su gobierno está en la mirilla de regímenes conservadores.

Esos gobiernos empeñados en lograr el avance de la derecha en América Latina y el Caribe tratan de desconocer la excelente gestión de Roosevelt Skerrit.

La entidad National Geographip felicitó a la pequeña isla por su acelerada recuperación después del paso del devastador huracán María en 2017 y lo que calificó de “ambicioso objetivo para adaptarse por completo al cambio climático”.

Bajo la dirección de Skerrit, la economía de Dominica creció a la par del ecoturismo y la construcción de un hospital moderno y centenares de casas sólidas.

Dominica tiene razón al rechazar la intromisión de fuerzas extranjeras en sus asuntos internos mientras el gobierno organiza una elección imparcial, bajo las mismas normativas de los últimos 40 años, y en concordia interna.

Este territorio insular tiene una fuerte tradición independentista como evidencia la historia de los indígenas caribes, opuestos tenazmente a la disputa entre Francia y Gran Bretaña por la posesión de esa tierra.



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