Por Maria Josefina Arce.

El nombre de un pequeño país caribeño: Cuba, es  mencionado en estos días por muchas personas en el mundo, quienes destacan la ayuda médica cubana a pueblos de diversas latitudes para hacer frente a la COVID 19.

Y a pesar de la campaña de Estados Unidos contra la asistencia cubana, son muchos también quienes demandan a sus gobiernos la presencia en sus territorios de los colaboradores de la Mayor de las Antillas, conocedores de su alta profesionalidad y abnegación.

Hay quienes igualmente han desafiado las presiones estadounidenses y como Andorra han recibido a los profesionales del archipiélago. Al respecto la ministra de Asuntos Exteriores María Ubach defendió la soberanía de ese principado europeo.

La funcionaria aseguró que es conocedora de la posición de Estados Unidos, pero su país puede escoger los socios con los que tener una colaboración.

Pero  Cuba es igualmente mencionada para exigir de Washington el levantamiento del genocida bloqueo económico, comercial y financiero, que afecta el enfrentamiento a la actual pandemia al dificultar y encarecer la adquisición de insumos y equipos médicos.

En las últimas horas el canciller cubano, Bruno Rodríguez, agradeció en su perfil de Twiter a las múltiples voces que en Estados Unidos y desde distintas partes del mundo reclaman el fin de esa unilateral y hostil política.

Sin embargo, una vez más Estados Unidos, en su prepotencia, ignora al mundo, y ha manifestado su negativa a aliviar las sanciones contra la Mayor de las Antillas. Para el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, es innecesario el levantamiento de la criticada medida.

Incluso el gran esfuerzo del gigante electrónico chino Alibaba de hacer llegar a otras naciones mascarillas y kits de detección rápida del COVID  ha chocado en el caso de Cuba con el criminal bloqueo.

Y es que la empresa norteamericana encargada de transportar la tan valiosa ayuda declinó hacerlo a última hora, bajo el argumento de que las regulaciones del bloqueo le impedían hacerlo.

Pero Cuba no desmaya en su lucha contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID 19, y continuará ayudando a todo aquel que lo necesite, aún bajo el férreo bloqueo, pues nunca nadie nos podrá imponer condiciones. Es así que ya suman más de 500 los médicos cubanos participan en los esfuerzos de detener la pandemia en 12 naciones.