Por Maria Josefina Arce
Diariamente en el mundo se generan múltiples noticias falsas. Crear confusión y dudas se ha convertido en un arma política y las redes sociales han contribuido a este propósito que puede esconder incluso, el derribo de gobiernos. Un fenómeno que se ha intensificado ante el complejo momento que vive la humanidad por la COVID 19.
Existe actualmente una gran desinformación que puede llevar al miedo, y aunque no se puede bajar la percepción de riesgo, el pánico no es tampoco la respuesta.
En una de sus intervenciones en la reunión que diariamente realiza el gobierno para examinar la situación de la enfermedad en el país, el presidente cubano, Miguel Diaz Canel, alertaba sobre este hecho.
Instó Diaz Canel a inmunizarse contra la desinformación y la neurosis que pueden generar las falsas noticias que están circulando en las redes, en los avisos apocalípticos.
Mantener debidamente informada a la población es por tanto, otra de las prioridades de las autoridades. Cada mañana a las once, hora de Cuba, el doctor Francisco Duran, director Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, actualiza sobre la situación internacional y el número de casos reportados en el territorio nacional.
Cada noche además, en la emisión estelar del Noticiero Nacional de Televisión se dan a conocer los detalles de la reunión que diariamente mantiene el Consejo de Ministros y de otras instituciones.
Ahora también se han sumado tres nuevas plataformas digitales que brindan información verídica a la población y al personal de la salud sobre la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Los ciudadanos pueden de esta forma acceder a las publicaciones de la OMS y OPS, Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud, así como a medios nacionales e internacionales.
Esta iniciativa del Ministerio de Salud Pública forma parte de la estrategia adoptada por Cuba para la vigilancia y control de la enfermedad y responde al llamado de la OMS de proporcionar información personalizada y confiable sobre el brote.
Cuba también vela porque sus ciudadanos tengan acceso a la información necesaria, pero real y transparente sobre el comportamiento de la COVID 19 en el país y a las medidas que se adoptan para evitar la propagación de la enfermedad, lo que infunde confianza y compromiso de la población por mantener una actitud responsable.
