Grito desesperado de los líderes sociales en Colombia.
Por María Josefina Arce
"Nos están matando" es el grito de los colombianos ante la espiral de violencia que sacude al país y que parece no tener fin, ni una respuesta adecuada del gobierno del presidente Iván Duque.
Las calles de Colombia fueron escenario en las últimas horas de caravanas de vehículos y marchas para reclamar el fin de las masacres de líderes sociales y ex miembros de la antigua guerrilla.
Más de 60 masacres se han registrado en lo que va de año en la nación suramericana, que reclama el cumplimiento del acuerdo de paz suscrito en 2016 por el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la otrora guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo.
Como han recordado los participantes en las negociaciones de paz, el acuerdo cuenta con los mecanismos necesarios para evitar estos hechos violentos que continúan desangrando al país, y que preocupan a organismos internacionales como la ONU.
Por demás, estipula una serie de acciones para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las zonas de conflicto, donde hoy se disputan su control grupos paramilitares, narcotraficantes y otras bandas criminales.
La declaración política de la convocatoria a la marcha precisaba que desde que Iván Duque llegó a la presidencia, el país se ha visto abocado al incremento de la violencia.
Los colombianos también condenaron la brutalidad policial, que provocó la muerte de Javier Ordóñez, un ciudadano de 46 años reducido por la fuerza por dos agentes.
La jornada de este lunes, convocada por organizaciones obreras, estudiantiles, de presionados y sociales, sucede a las protestas de principios de mes por la muerte de Ordóñez y que dejaron un saldo de varios muertos y decenas de heridos por la represión policial.
La realidad es que bajo el mandato de Duque no encuentra Colombia su camino. La paz solo en el papel no sirve, se necesita que el gobierno tome conciencia de la espiral de violencia que sacude al país y no intente minimizar el problema llamando homicidios colectivos a las masacres.
Se necesitan también acciones para poner fin a la desigualdad existente e invertir en las zonas olvidadas para ir construyendo esa paz necesaria y desterrar la violencia en todas sus manifestaciones.
