Con restricciones, Cuba ajusta su economía sin afectar servicios básicos

Editado por Maria Calvo
2016-07-12 12:34:35

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por Roberto Morejón

El gobierno, las empresas, las entidades de servicios y los cubanos en general trabajarán en el resto del año con limitaciones por la falta de liquidez y dificultades con el petróleo, pero se confía en salir adelante en medio de garantías de servicios vitales.

Al no ejecutarse créditos y reducirse suministros petroleros sobre todo de Venezuela a pesar de los esfuerzos de su gobierno, Cuba afrontará un segundo semestre económicamente tenso.

A esa situación coyuntural se llega igualmente por la caída de precios de renglones exportables como el níquel y de la cosecha azucarera, agobiada por la sequía y lluvias fuera de tiempo en los inicios.

No por casualidad, el Producto Interno Bruto creció 1% en Cuba en la primera etapa del año, un salto modesto porque se aspiraba al 2%.

Pero la etapa adversa se afrontará con un programa gubernamental destinado a encarar las restricciones.

Las medidas incluyen la rebaja de gastos, la no ejecución de ciertos créditos y el ajuste en el empleo de renglones energéticos.

El gasto de electricidad se constreñirá en una parte de la economía sin afectar al sector residencial, consumidor del 60% de ese tipo de energía.

Funcionarios explicaron que el ajuste se adoptará en el restante 40% de los clientes, sin rebajar a las industrias del turismo y el níquel, soportes esenciales de la economía.

O sea, Cuba no caerá en un período de penurias incontroladas y el desarrollo podrá continuar en lo posible, gracias al programa diseñado para gastar menos, dedicar las divisas a las cuestiones cardinales y evitar endeudamientos excesivos.

De ahí la fijación de prioridades para avalar ingresos externos y sustituir importaciones, comprar alimentos, producir internamente materiales de la construcción y preservar la circulación mercantil minorista.

Igualmente no se descuidarán en Cuba inversiones asociadas a sectores clave como turismo, energía, agricultura, enfrentamiento a la sequía y la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, puerta comercial del país.

Nadie niega la existencia de restricciones en el semestre final de 2016, pero los expertos destacan el manejo racional de los alcances.

Para beneficio del país, podrán importarse más alimentos por la merma de los precios en el mercado internacional y la existencia de inventarios correspondientes a importaciones del año pasado.

Si bien las inversiones disminuirán 17% respecto a 2015, las previstas contarán con un monto que ronda los 6  510 millones de pesos, una cifra mayor que la de 2015.

Ante los infortunios, Cuba saldrá adelante apelando, como dijo el presidente Raúl Castro, a mucha energía, ecuanimidad, racionalidad y sensibilidad política.



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