Panamá, 3 feb (RHC) La muerte esta semana de nueve niños, entre uno y dos años, por tosferina en la comarca Ngäbe Buglé disparó las alarmas en Panamá, ante un posible brote que desencadene nuevos casos.

Según el responsable del departamento de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud, Israel Cedeño, los decesos se produjeron “debido a complicaciones propias de la enfermedad”, caracterizada por accesos de tos que empiezan por un catarro, enrojecimiento facial y la coloración azulada alrededor de los labios.

Precisó que desde el primer caso detectado a mediados de diciembre hasta la fecha se registran 81, incluidos los fallecidos, por lo que se activaron los protocolos necesarios para enfrentar la situación, la cual resulta compleja pues la comunidad está ubicada en una zona de difícil acceso.

El funcionario explicó que los cuatro equipos sanitarios desplegados en el área también se enfrentan al hecho de que los indígenas no aceptan la vacunación por cuestiones culturales.

Por su parte, la directora general de Salud, Itza Barahona, resaltó la importancia de la vacunación, que dada las características de la bacteria circulante debe ser aplicada en varias dosis, además del uso de antibióticos para atacar la enfermedad en las personas afectadas.

También recomendó el aislamiento de las personas portadoras de la enfermedad para evitar su propagación, al igual que la atención médica inmediata ante la presencia de los primeros síntomas. (Fuente: PL)