Inicio TodosEditorialNueva misión extranjera en Haití rodeada de excepticismo

Nueva misión extranjera en Haití rodeada de excepticismo

por Roberto Morejón
Misión extranjera de ONU

Con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, se espera la llegada a Haití de una nueva misión extranjera, para enfrentar el auge de las pandillas, asociado al deterioro económico y social.

Sería entre 10 y 11 el número de esas expediciones que han pasado por el país caribeño, con más penas que glorias.

La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití —Minustah—, activa entre 2004 y 2017, provocó un brote de cólera que mató a unas 10,000 personas.

Hoy existe el agravante de que han ganado en poderío los grupos irregulares.

Desde 2022 habrían asesinado a más de 16 mil personas, a pesar del intento de establecerse de una llamada Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad.

Ese cuerpo, nutrido de soldados de Kenya, apenas logró presencia en la geografía nacional, careció de equipamiento idóneo, lamentó unas 20 bajas, y dispuso de poco apoyo extranjero.

Con ese antecedente deberá crearse la ahora decidida Fuerza de Eliminación de Pandillas, con más de 5 mil 500 agentes, según la propuesta de Panamá y Estados Unidos presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Expertos como Marie Rosy Auguste Ducéna, directora de programas de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, se preguntan cuánto puede hacer un destacamento foráneo cuando en el país hay un vacío de poder.

La activista lamentó lo que calificó de insuficiencias del Estado de derecho en Haití, sin primer mandatario desde 2021, hoy apenas con un consejo presidencial de transición, y poco éxito de la lucha contra la corrupción.

Asociado al criterio de Marie Rosy Auguste Ducéna se constata que el poder de las bandas aumentó desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.

Ahora controlan 90 por ciento de Puerto Príncipe, la capital, y han expandido al campo sus saqueos, secuestros, agresiones y violaciones sexuales.

Muchos haitianos viven en refugios improvisados en condiciones deplorables, en busca de un mínimo de protección ante los desmanes de los irregulares armados.

Por esa causa, una cifra récord de más de 1 millón 300 mil ciudadanos no tienen hogar y luchan en desventaja frente al hambre y la pobreza.

En esa crisis debe actuar lo que se define no como una misión de paz sino como una fuerza de represión para lidiar con las bandas.

Sin atender cuestiones como la ayuda humanitaria, el desarrollo y la institucionalidad, y en medio de dudas de si se respetará la soberanía nacional.

Comentarios

* Los comentarios son moderados. Radio Habana Cuba no se hace responsable de las opiniones vertidas aquí.


Ir al contenido