La esperanza electoral demócrata en 2028, se perfila con el triunfo en New York del candidato demócrata, Zohran Mamdani, con su promesa de cambio frente a Trump. El demócrata, de 34 años, derrota al también demócrata, Andrew Cuomo, con el 50,4% de los votos y tras una fulgurante campaña que lo llevará a ser el primer regidor musulmán de la ciudad y el de menor edad en un siglo.
Mamdani, que ha logrado encarnar en un tiempo récord tanto la esperanza de un cambio en los Estados Unidos de Donald Trump, como la impugnación del poder establecido de su partido, hizo historia el pasado martes. A sus 34 años, Mamdani se convierte en el primer socialista que regirá los destinos de la capital mundial del capitalismo. Su triunfo cuenta con pocos precedentes en una urbe que ha elegido a 110 alcaldes antes que a él, solo un puñado de ellos, inmigrantes, y en la que casi nadie lo conocía hace solo un año. Entonces, era un miembro cualquiera de la Asamblea estatal de Albany. Desde ese discreto lugar, Mamdani viajó a la fama global a lomos de un programa de izquierdas, basado en una apuesta por la asequibilidad que se confirmó este martes como irresistible para esos vecinos a los que cada día empuja un poco a poco más allá de sus límites la ciudad más poblada del país (8,8 millones de habitantes), que resulta ser también una de las más caras del mundo.
El nuevo alcalde, el primer ciudadano con raíces familiares sudasiáticas, lo hizo gracias a una campaña fulgurante, apoyada en un dominio fuera de lo común del lenguaje de las redes sociales que volvió a demostrar en el momento del triunfo. Con esa mezcla, Mamdani logró ilusionar a un ejército de unos 100.000 voluntarios, un movimiento surgido en apenas unos meses, que tocaron más de tres millones de puertas para pedir el voto para el candidato y repetir un argumento con tres puntos que destacan por encima del resto: autobuses gratis, congelación hasta 2030 de los alquileres controlados y guarderías sin costo para los niños menores de cinco años.
¿Quién ha votado a Mamdani? Esas sencillas ideas, que repitió en el discurso posterior a conocerse su victoria en un teatro de Brooklyn y ante una multitud que las coreó entusiasmada, le hicieron ganar con contundencia y por sorpresa en las primarias demócratas de junio. También dominaron este martes en una elección con participación récord de dos millones de personas, nunca vista desde 1969, en el favor de los votantes y frente a las objeciones de sus adversarios.
Estos, con el presidente, Donald Trump, a la cabeza, trataron de hacerlo pasar por un antisemita irredento (por su defensa de Palestina y su denuncia del “genocidio” en Gaza) y por un apologeta del terrorismo islamista. Y, sobre todo, lo presentaron como un comunista peligroso, listo para llevar a la bancarrota a la ciudad y devolverla a sus peores pesadillas, a los años del plomo de la criminalidad desbocada de hace décadas. Los resultados de la campaña difamatoria, fueron contrarios a su propósito.
