Cuba, país que sufrió un acto de terrorismo contra un avión civil hace 49 años, amparado por la CIA, sufre los efectos de la inclusión en una lista unilateral de patrocinadores de ese flagelo, creada por Estados Unidos.
Los cubanos, hoy enfrentados a carencias materiales y de servicios a causa en lo esencial del bloqueo estadounidense, recuerdan el estallido en pleno vuelo de uno de sus aviones en Barbados y el asesinato de 73 pasajeros, el seis de octubre de 1976.
El 15 de octubre de ese año, una multitud acompañó el acto de despedida a las víctimas del crimen de Barbados, como se conoce aquí a ese episodio de terrorismo, por el que perdieron la vida 57 cubanos.
El líder histórico Fidel Castro argumentó la conexión de la CIA, Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, con aquel crimen.
Los connotados terroristas Luis Posada Carriles y Orlando Bosch fueron acusados de la autoría intelectual del sabotaje al aparato civil.
Posada y Bosch instruyeron numerosos atentados, crímenes y otras acciones contra la mayor de las Antillas, pero fallecieron en Estados Unidos sin ser molestados.
Fidel Castro dijo en el acto de recordación de los compatriotas asesinados que no se podía decir que el dolor se comparte, sino que se multiplica.
En el archipiélago caribeño establecieron el seis de octubre como Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, en memoria de los mártires de Barbados y de los más de tres mil 478 cubanos que han perdido la vida en actos violentos.
A pesar de sufrir los efectos de esas manifestaciones de terror, la administración de Donald Trump restableció la designación de Cuba en la arbitraria lista de los que en Washington consideran patrocinadores del terrorismo.
El objetivo es fortalecer el bloqueo y generar más penurias entre los cubanos, para instarlos a derrocar el orden constitucional.
Muchos países han destacado la falta de motivos para la decisión adoptada por los inquilinos de la Casa Blanca e indicaron que las listas unilaterales y los mecanismos coercitivos son arbitrarios.
El gobierno cubano ha reiterado que el Departamento de Estado convierte la lucha contra el terrorismo internacional en un ejercicio político unilateral contra países que resisten su poderío hegemónico.
La administración de Joseph Biden, que antes de concluir su mandato excluyó a La Habana de la repudiable lista, reconoció el valor de la cooperación bilateral en el enfrentamiento conjunto del terrorismo.