La administración de Donald Trump afirma que impulsa una guerra contra los cárteles de las drogas, a los cuales calificó de terroristas, y con ese argumento concentró una armada muy próxima a Venezuela, país al que ya le aplicó centenares de sanciones.
Los buques de guerra, dotados de poder de fuego muy superior al exigido para aniquilar embarcaciones supuestamente de narcotraficantes, rondan Venezuela, donde trabajaría la CIA, Agencia Central de Inteligencia, por órdenes del magnate.
Pero muchos expertos se preguntan por qué en Washington colocan como punto focal a Venezuela y a su presidente Nicolás Maduro.
Trump atribuye al gobernante bolivariano nexos con cárteles de las drogas, aunque Venezuela no es ruta principal de los estupefacientes que tienen como destino el anhelante mercado estadounidense, el principal del mundo.
Las turbulencias en torno a Venezuela se han extendido hacia Colombia, a cuyo gobierno y presidente los inquilinos de la Casa Blanca los envuelven con una retórica agresiva.
Si bien Trump ha citado información de inteligencia sobre la supuesta provisión desde Venezuela de narcóticos hacia Estados Unidos, lo cierto es que no ha ofrecido pruebas.
En su lugar prefiere hundir embarcaciones aparentemente de narcotraficantes, sin interceptarlas y presentar a sus tripulaciones ante la justicia.
Mientras con misiles dan muerte a personas no identificadas a bordo de frágiles embarcaciones, alegadamente envueltas en el narcotráfico, en Estados Unidos fingen no creer en informes que señalan las rutas indiscutibles de la cocaína hacia Estados Unidos.
Sudamérica en general y el Océano Pacífico son fuentes y vías de cocaína exportada hacia Estados Unidos y Europa, pero en Washington solo centran su atención en Venezuela.
Las sustancias ilícitas parten de puertos peruanos, ecuatorianos y colombianos y atraviesan Costa Rica y el propio Ecuador.
Por el contrario, Venezuela no concentra en su territorio importantes volúmenes de cocaína ni tampoco es camino frecuentado por los narcotraficantes.
Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio lo saben, pero los cañones se enfilan hacia Venezuela por motivos que van más allá del combate a las sustancias nocivas.
Derribar al gobierno de Venezuela es el verdadero objetivo y los habitantes de ese país lo saben, de ahí su acentuada preparación para la defensa.
