El papa León XIV demandó hoy un alto el fuego en Sudán, tras una reciente escalada de la violencia en ese país africano, afectado por un grave conflicto armado.
En sus palabras tras el rezo del Ángelus, pronunciado al mediodía de este domingo desde su ventana de su despacho en el Palacio Apostólico Vaticano, ante miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el sumo pontífice señaló que “con profunda tristeza, sigo las trágicas noticias que llegan de Sudán”.
Se refirió en particular a la reciente masacre ocurrida en la ciudad de El Fasher, en Darfur del Norte, localidad afectada por la “violencia indiscriminada contra mujeres y niños, los ataques contra civiles indefensos y los graves obstáculos a la ayuda humanitaria”.
Esta situación, según expresó el santo padre, está “causando un sufrimiento inaceptable a una población ya agotada por meses de conflicto”, por lo que reiteró su “sincero llamamiento a las partes implicadas para que se declare un alto el fuego y se abran urgentemente corredores humanitarios”.
“Por último, invito a la comunidad internacional a intervenir de forma decisiva y generosa, a ofrecer asistencia y apoyo a quienes trabajan incansablemente para proporcionar ayuda”, manifestó el obispo de Roma, según señala una nota de la oficina de prensa de la Santa Sede.
La situación se deterioró drásticamente tras la caída de la ciudad de El Fasher, marcada por asesinatos en masa, ataques por motivos étnicos y actos brutales de todo tipo, indica la nota, la cual apunta además que en ese país unos 30 millones de hombres, mujeres, ancianos y niños necesitan asistencia humanitaria urgente.
Para los observadores políticos la toma de El Fasher a fines de octubre, donde fueron asesinados más de dos mil civiles a manos de las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), puede ser preludio de una nueva división en Sudán, ya que se conocen las intenciones de los paramilitares de instalar allí un gobierno paralelo.
Fuente: Prensa Latina
