La llegada de la Brigada Médica de Cuba a Guatemala fue un gesto profundamente humano, reconoció en Ciudad de Guatemala una fuente autorizada al conmemorarse hoy el aniversario 27 de ese acontecimiento.
Así se transformó con el tiempo en una alianza muy sólida, en una historia de servicio y en un testimonio de hermandad latinoamericana, subrayó el director de Promoción y Educación en Salud, Luis Enrique Castellanos.
En emotivo acto con la presencia de profesionales de bata blanca de la isla de los diferentes departamentos, el funcionario recordó primero cómo en 1998 este país recibía solidaridad tras el paso devastador del huracán Mitch, “una mano extendida sin ninguna condición”.
Describió que en aquel noviembre iniciaba su camino en la salud pública enviado también a acompañar la respuesta a los daños ocasionados por el fenómeno meteorológico y le tocó llegar a Alta Verapaz junto con galenos cubanos.
Castellanos comentó que ellos iban a las comunidades una o dos veces al mes; sin embargo, los médicos caribeños permanecían junto con las familias compartiendo la vida cotidiana, aprendiendo costumbres, idiomas, entre otras.

Director de Promoción y Educación en Salud, Luis Enrique Castellanos.
Lo hacían con mucho respeto, ternura, y actualmente podemos afirmar que aquí, en cada rincón, hay una historia marcada por el compromiso de ustedes y la entrega, amplió el director de Promoción y Educación de la cartera sanitaria chapina.
La cooperación cubana no solo significó atención médica, sino además una escuela, ejemplo, fuente de inspiración, contribuyó a formar conciencias, a sembrar valores de solidaridad, equidad, y a ratificarnos que la medicina es ante todo un acto de humanidad, acotó.
Expresó su agradecimiento profundo porque son 27 años de cooperación ininterrumpida sostenida en la fe del ser humano, en la convicción de que la salud es un derecho y en la práctica cotidiana de la solidaridad entre los pueblos.
Reafirmó que la salud no conoce fronteras y que los lazos entre Guatemala y Cuba trascienden y trascenderán los tiempos y los gobiernos, porque están fundados en principios nobles: la vida, la dignidad y la solidaridad.
Fuente: Prensa Latina
