La instalación de un hospital móvil enviado por India en el municipio cubano de Rio Cauto, golpeado por inundaciones, pone de relieve la rápida ubicación y entrega de ayuda humanitaria a los damnificados por el paso del devastador huracán Melissa.
Las autoridades y la propia población del occidente y centro del archipiélago despliegan enormes esfuerzos y los recursos disponibles para asistir a las provincias del oriente, azotadas por el paso del meteoro el pasado día 29 de octubre.
Un avión enviado por Venezuela con carga humanitaria aterrizó en el aeropuerto de Santiago de Cuba tan pronto como este pudo recobrar su actividad, en otra evidencia de la prontitud en la asignación de ayuda.
Las prestaciones suministradas por países, organismos internacionales y los especializados de la ONU que de forma inmediata reaccionaron ante la catástrofe natural en el oriente de la mayor de las Antillas, han tenido como destino los damnificados, entre ellos los más vulnerables.
Es cierto que las entregas son complejas, pues se interrumpieron carreteras y caminos y más de un millón de personas fueron evacuadas a instituciones estatales y a casas de familiares y amigos.
Pero gran parte de los medios del país se han colocado en función de atender las urgencias de centenares de miles de personas que perdieron casas y bienes o sufrieron daños parciales en sus viviendas.
Más de 70 mil de esos recintos fueron dañados de forma total o en partes, pero ha sido posible concretar las primeras respuestas por los preparativos antes del cruce del huracán.
El sistema de Naciones Unidas lanzó un plan de acción por 74 millones de dólares, del cual Cuba ha dedicado cuatro millones a garantizar la logística de pre-posicionamiento de los suministros aportados desde el exterior y por fuentes internas.
El ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Oscar Pérez Oliva, afirmó categóricamente que la ayuda sí llega directamente a la población afectada, sin mecanismos burocráticos e intermediarios.
Ello contrasta con falsedades y manipulaciones en las redes y de la llamada prensa independiente, financiada desde el exterior, que intentan hacer creer lo contrario.
Es cierto que dada la magnitud de los estragos causados por el meteoro demorará la recuperación de los territorios, pero hay certeza de que todos los recursos seguirán camino despejado hacia su destino, los pobladores afectados por el huracán.
