por Maria Candela Hechavarria Carmenate
atropello en isla Oleron, Francia

Una encuesta divulgada este domingo por La Tribune Dimanche refleja que siete de cada 10 franceses tienen la preocupación de que el flagelo del terrorismo vuelva a impactar en suelo galo.

Según el sondeo realizado por Ipson BVA, semejante inquietud está presente en la población, al margen de su inclinación política.

La pesquisa fue realizada en un contexto marcado por el ataque del miércoles de un individuo en la isla de Oleron, situada en la costa atlántica del departamento de Charente Marítimo, donde con su vehículo embistió a cinco personas, a las que hirió con diversos niveles de gravedad.

Durante su detención, el autor gritó “Allahu Akbar” (Dios es más grande), una frase común del mundo musulmán, que suelen emplear personas radicalizadas en sus acciones violentas.

Si bien la investigación no ha pasado a manos de la Fiscalía Nacional Antiterrorista, el ministro del Interior, Laurent Núñez, no descartó la autoradicalización del atacante, aunque precisó que resta por determinar si fue eso lo que lo condujo a actuar.

No se trata de un hecho aislado, ya que ayer fue noticia el arresto y procesamiento de tres mujeres en octubre, a las que se atribuyen planes de atentado contra un bar o una sala de conciertos, de acuerdo con las cadenas Franceinfo y RTL.

Los alegados blancos recuerdan lo ocurrido el 13 de noviembre del 2015, cuando un comando sembró el terror con sus abominables actos en la sala de conciertos Bataclan, restaurantes y cafés parisinos al aire libre y el Stade de France en Saint-Denis.

Entonces, los terroristas dejaron 131 muertos y 350 heridos, muchos de ellos con testimonios que ratifican una década después la vigencia del trauma.

En homenaje a las víctimas, cientos de personas marcharon este domingo aquí y guardaron un minuto de silencio frente al Bataclan, en el comienzo de una serie de actividades de recordación.

El 1 de noviembre acaparó igualmente la atención mediática el arresto de un joven de 20 años nacido en Afganistán, presentado ante la justicia por sus presuntos vínculos con la organización yihadista Estado Islámico de Khorasan (EI-K).

La detención tuvo lugar en Lyon, con reportes que citaron la probable relación del acusado con el envío de fondos y la traducción y diseminación de propaganda del EI-K, una rama del Estado Islámico particularmente vigilada en los últimos años por diversos países occidentales y Rusia.

En este contexto, el fiscal nacional Antiterrorista de Francia, Olivier Christen, advirtió que sigue viva la amenaza del flagelo para el país.

Estamos en un escenario en el cual el peligro continúa bien presente, con una cantidad de procedimientos que abrimos al nivel de la más elevada en el último lustro, precisó a la cadena France Inter.

Según Christen, las investigaciones revelan la tendencia a la preparación de proyectos de acciones de manera “automática”, lo que significa un menor contacto directo de los enrolados con las organizaciones terroristas.

Asimismo, llamó la atención sobre la participación de menores de edad en estas actividades, calificándola de “un fuerte rejuvenecimiento”.

Este año ya suman 17 los menores procesados por la Fiscalía Nacional Antiterrorista, cifra que el año pasado cerró en 19, abundó.

El magistrado evocó igualmente el auge desde hace unos años del riesgo de actos violentos cometidos desde la ultraderecha. (Fuente: Prensa Latina)

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