«Los cubanos en Namibia somos parte de ese pueblo», afirmó el comentarista deportivo, conductor y director de programas de televisión Milton Díaz Canter, al resumir el trabajo realizado en Namibia para la confección de un documental que repasa los hitos de la histórica relación de la joven nación africana con Cuba.
Bajo el nombre de “Namibia: Libertad e independencia”, el material de 30 minutos recoge entrevistas con los presidentes namibios, dirigentes de la Swapo, y del pueblo. También testimonios aportados por los cubanos que ayudaron a la independencia en el año 1990. Además, en esa estancia, se produjeron más de 15 reportes para la televisión cubana que fueron transmitidos en los noticieros en el año 2020.
¿Por qué demoró la producción del material?
«Nosotros salimos el 13 de marzo de 2020 de Cuba, vía Luanda, y de inmediato entramos a Namibia, pero el 16 de marzo cierra el aeropuerto de Luanda como medida restrictiva por el azote de la pandemia. Namibia hizo algo similar.
«Lo primero fue gestionar el permiso de las autoridades para realizar el trabajo y nos advirtieron acerca de las normas de seguridad sanitaria que debíamos cumplir. No obstante nos dimos a la tarea de trabajar y cumplir con el encargo que nos llevó a aquel lugar.
«Filmando en las localidades, nos encontramos con namibios que estudiaron en Cuba o que admiran a la Revolución cubana y a la figura de Fidel. Ellos nos identifican de alguna forma y de inmediato quisieron conversar sobre la isla caribeña, cómo resistimos a las carencias materiales y cómo pueden ayudar desde lo individual para aliviar la vida de los cubanos.
«Un día paramos nuestro equipo en una elevación para filmar un paisaje, se acerca un auto de la policía y el uniformado nos habló en inglés. Nos explicó varios minutos hasta que se dio cuenta que nosotros no entendíamos su mensaje: En un momento me dijo en perfecto español: “Compadre, estás en una zona militar”. Yo me di cuenta entonces que esa persona estudió en Cuba y de inmediato comenzó el diálogo y terminamos la conversación como si nos hubiésemos conocido toda la vida».
¿Cómo surgió el proyecto de producir ese material?
«Se trataba de un país conocido por mí, porque lo visité en varias oportunidades. Tengo el mérito de ser corresponsal de guerra y combatiente internacionalista. Mi primer viaje a Angola fue en 1976-77 como soldado, luego en 1985-86 como parte de un equipo de prensa. En el 2006 visité Namibia para testimoniar la epopeya bélica transcurrida para alcanzar la independencia, volví en el 2011 como parte de una delegación cultural, en el 2014 y en el 2016, para realizar otros materiales para la televisión cubana.
«A los combatientes de la Swapo, los conocí desde mi estancia en Angola como soldado. Me llamó la atención que se comunicaban en inglés. Pudo fluir la conversación con los oficiales cubanos porque uno de ellos dominaba el portugués y nos entendíamos en algunas frases. En esos primeros encuentros en Huambo y luego en Lubango compartí con algunos combatientes de la Swapo, que trabajaron de conjunto con militares cubanos.
«En los miembros de la Swapo noté una gran cohesión, quizás por la lucha emprendida por los namibios contra la colonización desde principios del siglo 20. Me llamó la atención su entereza, valentía y lealtad para asumir su rol dentro de la lucha emprendida.
«La Swapo logró aglutinar a su membresía, con principios firmes y una ideología común en pos de la independencia. Surge la posibilidad de concretarse la visita a Namibia para producir el documental. Así surgió “Namibia: libertad e independencia”, viajé con Adrián Miguel, el editor y Joaquín franco, el camarógrafo.
«El audiovisual tiene dos variantes, en idioma español y en inglés. El mérito de nuestro trabajo está en la historia común que tenemos los dos países».
¿Qué enseñanzas te brindó las misiones internacionalistas realizadas en África?
«Pienso que Cuba le debe a África sus raíces culturales y etnográficas. Nuestro ADN tiene una información genética africana. Somos más espirituales y místicos gracias a nuestros genes africanos. Yo me sentí en África como si estuviera en Cuba.
«Me impactó mucho el subdesarrollo de África. Me estremeció que un niño me pidiera comida cuando yo iba en una caravana y ellos formaban parte de la población protegida por las tropas. Era muy triste comer uno y ver a un niño sin tener qué comer.
«África me enseñó a defender el proyecto social que construimos. Además nos hizo perfilarnos en estrategia militar. En medio de un escenario de guerra me hizo crecerme ante las carencias, resistir en condiciones difíciles y vencer a las adversidades. Mostramos al enemigo la convicción de luchar hasta la muerte por defender nuestros principios ideológicos, sin que medie pago material u otro incentivo.
«He sido el único cubano que ha logrado entrevista con todos los presidentes namibios, con Sam Nujoma en cuatro ocasiones, con Hifikepunye Lucas Pohamba, dos veces y con Hage Gottifried Geingob una vez. Incluso con la actual presidenta Netumbo Nandi-Ndaitwah conversé cuando se desempeñó como vicecanciller y como vice Primer Ministro de Namibia. He tenido ese privilegio y ellos expresan mucha gratitud hacia Cuba. Eso nos debe llenar de orgullo a cada cubano porque hemos hecho de la solidaridad una forma de vencer al mal. Los namibios nos han enseñado el valor de la solidaridad».
