El secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., enfrentará hoy la presión bipartidista en el Senado durante una audiencia que ocurre en medio de crecientes pedidos de renuncia.
Una carta firmada esta semana por más de mil empleados y ex trabajadores del HHS solicitó la salida de Kennedy tras destituir a la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Susan Monarez, quien había asumido el cargo el 31 de julio.
La cesantía de Monarez -que se negó a firmar directrices y políticas de vacunación con las que difería- provocó la renuncia en cadena de cuatro altos directivos de la agencia de salud.
El secretario de Salud tendrá que convencer al Comité de Finanzas del Senado que su reestructuración en los CDC no deja al país más vulnerable a brotes y otras amenazas en términos sanitarios.
Según el líder de la mayoría del Senado, John Thune (republicano por Dakota del Sur), Kennedy Jr. se afrontaría preguntas difíciles en la audiencia. “Tiene que asumir la responsabilidad de, ya saben: confirmamos a estas personas. Nos esforzamos mucho para confirmarlas. ¿Y llevan un mes en el cargo?”, subrayó.
Por su parte, el senador John Kennedy (republicano por Luisiana), quien votó a favor de confirmar al secretario del HHS, afirmó ahora que el «caos» en las agencias de salud pública parar.
«No sé quién tiene razón ni quién no en el debate que ha provocado con respecto a las vacunas. Lo que sí sé es que el caos que ha creado no ha aumentado la confianza en la institución de salud pública. Necesitan poner orden en sus asuntos», indicó.
Los CDC perdieron desde enero de este año a la fecha a miles de empleados y casi la mitad de su presupuesto. En marzo, Kennedy Jr. sacó del cargo a Peter Marks, principal regulador de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
En ese momento Marks acusó al secretario de Salud de tratar de imponer únicamente una “confirmación servil de su desinformación y mentiras” sobre las vacunas.
Meses después, en junio, despidió a 17 miembros del panel asesor de vacunas de los CDC, reemplazándolos por siete de sus aliados cuidadosamente seleccionados, incluyendo algunos reconocidos escépticos, como él, de esos fármacos.