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Daños económicos de las operaciones ilícitas de «El Toque»

por MsC. Ramón Labañino Salazar
El Toque: instrumento de subversión contra Cuba

El tipo de cambio es un elemento fundamental en cualquier economía, y en Cuba, el tipo de cambio oficial es establecido y administrado por el Banco Central de Cuba (BCC) en función de las necesidades de la economía nacional y como parte de la política de soberanía monetaria y financiera del país.

Las publicaciones o sitios web que difunden tasas de cambio no oficiales, como el mencionado «El Toque», operan al margen de la ley cubana. Sus cálculos no se basan en la realidad económica productiva del país ni en los mecanismos institucionales, sino en especulaciones y dinámicas informales que fomentan la distorsión y la inestabilidad. La utilización de estas tasas como referencia es ilegal y perjudicial.

Algunos de los efectos negativos que este tipo de prácticas ilícitas generan sobre la economía cubana:

  1. Distorsión de los Precios y la Planificación Económica:
    La difusión de una tasa de cambio no oficial crea un punto de referencia falso que contamina la formación de precios en el mercado informal. Esto dificulta la planificación económica estatal y empresarial, ya que introduce una variable volátil y ajena a los fundamentos económicos reales.
  2. Fomento de la Inflación:
    Al inflar artificialmente el valor de las divisas en la percepción pública, se presionan al alza los precios de los bienes y servicios, especialmente aquellos vinculados al mercado en Moneda Libremente Convertible (MLC). Esto erosiona el poder adquisitivo de los ciudadanos que reciben sus ingresos en pesos cubanos (CUP).
  3. Estímulo a las Actividades Especulativas e Ilícitas:
    Esta tasa se convierte en un incentivo para actividades dañinas como la reventa ilegal de divisas (llamada «bolsa negra»), el acaparamiento de productos y el desvío de recursos, desalentando la producción y el comercio legal.
  4. Desestimulo a las Remesas Oficiales:
    Cuando se difunde una tasa artificialmente alta, se crea un desincentivo para que las remesas del exterior ingresen por los canales financieros oficiales (bancos y casas de cambio), privando a la economía nacional de divisas legítimas necesarias para importaciones esenciales.
  5. Afectación a la Competitividad de las Exportaciones:
    Una tasa de cambio no oficial sobrevaluada (que no refleja la realidad productiva) perjudica la competitividad de los exportadores cubanos, ya que encarece artificialmente sus costos en moneda nacional frente a los precios internacionales.
  6. Deterioro de la Confianza en la Moneda Nacional (CUP):
    La promoción constante de una valoración alternativa de las divisas socava la confianza de la población en el peso cubano, impulsando la dolarización informal de la economía y debilitando la autoridad monetaria del Banco Central de Cuba.
  7. Agravamiento de las Desigualdades Sociales:
    Aquellos con acceso a divisas extranjeras a través de canales informales o remesas se benefician de esta tasa distorsionada, mientras que quienes dependen de ingresos en CUP ven cómo su capacidad de compra se reduce, profundizando la brecha social.
  8. Bloqueo de las Inversiones Extranjeras:
    La existencia de un mercado cambiario informal y volátil genera incertidumbre y percepción de riesgo en los potenciales inversionistas extranjeros, quienes requieren predictibilidad y un marco legal claro para las operaciones cambiarias.
  9. Obstaculización de la Política Económica del Gobierno:
    Estas prácticas ilegales actúan como un mecanismo de sabotaje económico, interfiriendo directamente con la implementación del Programa de Gobierno, el Plan de la Economía y las medidas para la estabilización macroeconómica.
  10. Sirve a Propósitos de Guerra Económica:
    La promoción y utilización de estas tasas no oficiales está alineada con los objetivos de la guerra económica contra Cuba, cuyo fin es crear inestabilidad, caos y desgobierno económico. Es una herramienta más de la política hostil de los Estados Unidos para asfixiar financieramente a la nación cubana.

Conclusión:

La tasa de cambio difundida por «El Toque” no es un indicador económico legítimo, sino un instrumento de desestabilización. Sus efectos son profundamente dañinos para la economía cubana, ya que fomentan la especulación, la inflación, la ilegalidad y la desconfianza, atentando contra los esfuerzos del Estado y el Gobierno por ordenar la economía, proteger el poder adquisitivo del pueblo y avanzar en el desarrollo del país.

La solución no reside en legitimar estas fuentes ilegales, sino en fortalecer los mecanismos oficiales, combatir las ilegalidades y continuar el perfeccionamiento del ordenamiento monetario y cambiario dentro del marco de la ley y la soberanía nacional.

(MsC. Ramón Labañino Salazar. Vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba -ANEC-)

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