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Trump, ¿amenaza o confesión?

por Guillermo Alvarado
CIA contra Venezuela

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que ordenó “en secreto” a la Agencia Central de Inteligencia, la CIA, realizar acciones encubiertas para desestabilizar y derrocar al legítimo gobierno de Venezuela, encabezado por Nicolás Maduro.

Difícilmente en la región y el mundo haya alguien con la candidez suficiente para sorprenderse con esta información, toda vez que ese aparato de espionaje y penetración ideológica –cumple las dos funciones–, desde su fundación en 1947, se ha dedicado precisamente a eso.

Por esta razón, a mi juicio, el aviso del magnate presidente, más que una amenaza, es una confesión de cómo esa potencia viola flagrantemente la soberanía de los países que considera sus adversarios y subvierte el ordenamiento jurídico internacional.

Voy a tomar para este trabajo algunas ideas de un artículo de Manuel de la Iglesia-Caruncho, académico de la Universidad Complutense de Madrid, titulado “La CIA en América Latina. ¿Qué se trae ahora entre manos?”

Ese es un organismo profundamente anticomunista, algo inscrito en el ADN en los gobiernos estadounidenses, sean demócratas o republicanos.

Además, mantiene todas sus competencias intactas, tanto en presupuesto como en personal y capacidades técnicas, para llevar a cabo “operaciones encubiertas”, sea propaganda, guerra económica o acciones directas, organización de grupos de resistencia o de “liberación” clandestinos.

Un punto importante es que no necesita, y reitero, no necesita órdenes ni instrucciones para iniciar estas acciones, pues mantiene una especie de piloto automático ante todo lo que le parezca una amenaza al sistema capitalista estadounidense, o sea, no es un aparato de reacción, aunque tampoco es infalible y hay errores históricos que así lo demuestran.

Tampoco necesita de un presupuesto del Estado, ni siquiera del de inteligencia del Departamento de Defensa, rebautizado por Trump como de Guerra, porque tiene sus propias asignaciones.

De la Iglesia-Caruncho recordó que Edward Snowden, que fue miembro de la CIA, filtró que en 2013 la agencia contaba con 14 mil 700 millones de dólares y 21 mil 575 empleados, cifra que debe haber crecido en los últimos años.

Por último, hago una pregunta que no es para nada retórica, pero que podría pasar desapercibida en las turbulencias de nuestros días: ¿alguien cree, de verdad, en serio, que la CIA no está trabajando desde hace muchos años contra el pueblo de Venezuela? ¿De dónde salen, entonces, los Juan Guaidó y Corina Machado?

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