El octavo día de protestas en Ecuador comenzó con cierres viales en siete provincias del país como parte del paro nacional contra la eliminación del subsidio al diésel y otras políticas del Gobierno de Daniel Noboa.
Los bloqueos de carreteras se mantienen principalmente en la provincia norteña de Imbabura, epicentro del paro liderado por el movimiento indígena y donde murió este domingo, baleado por la fuerza pública, Efraín Fueres, de la comunidad kichwa de Cotacachi.
En ese territorio, de la sierra norte ecuatoriana, ya se reporta escasez de gasolina y de otros enseres, mientras el Gobierno llegó anoche con un convoy militar y policial liderado por el presidente Noboa y que, según el Ejecutivo, llevaban alimentos e insumos.
En Quito, este lunes hubo manifestantes que bloquearon una de las principales avenidas del sur de la ciudad y también hay acciones similares en Cotopaxi, Chimborazo, Bolívar, Sucumbíos y Tungurahua.
La víspera, tras la muerte de Fueres como consecuencia de la represión de la fuerza pública a los manifestantes, la indignación radicalizó las protestas, mientras el Ejecutivo denunció una emboscada contra las Fuerzas Armadas que dejó 12 militares heridos y 17 desaparecidos.

Los grupos sociales en Ecuador denuncian represión y uso desmedido de la fuerza por parte de los uniformados
Este lunes está prevista una rueda de prensa de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) para realizar anuncios en relación con el paro.
La organización rechazó el “uso letal e ilegítimo de la fuerza” contra los manifestantes y exigió una investigación inmediata, independiente y transparente para determinar responsabilidades en el caso de la muerte de Fueres.
Los grupos sociales denuncian represión y uso desmedido de la fuerza por parte de los uniformados, aunque el Gobierno señala que estructuras delictivas están infiltradas en las protestas.
“No confundamos a los manifestantes pacíficos con quienes se infiltran para delinquir. Lo de Cotacachi no fue protesta: fue una emboscada cobarde ejecutada por estructuras criminales -terroristas- que atacaron a nuestras Fuerzas Armadas”, indicó la ministra Rovira.
La analista Alondra Enríquez advirtió que, lejos de perder fuerza, el movimiento indígena está ganando terreno en la opinión pública, ya que el paro no solo denuncia el alza del diésel, sino la urgencia de resultados en seguridad, salud y empleo.
Desde Naciones Unidas, Gina Romero, relatora especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, expresó su preocupación por la situación en Ecuador y alertó sobre el uso excesivo de la fuerza y las detenciones arbitrarias.
Fuente: Prensa Latina.