Tres años después del intento de asesinato contra la entonces vicepresidenta Cristina Fernández, el Tribunal Oral Nº 6 sentenció hoy a Fernando Sabag, el principal ejecutor, a 10 años de cárcel y a su cómplice Brenda Uliarte a ocho.
En la noche del 1 de septiembre de 2022 cuando Cristina Fernández regresaba a su casa en la barriada de Recoleta en medio de una concentración de simpatizantes que la vitoreaban, Sabag aprovechó para acercarse, le apuntó a centímetros de la cara, obturó el disparador varias veces pero la pistola se encasquilló y la bala mortal no salió.
Sabag fue arrestado inmediatamente, día después Uliarte, entonces su pareja, y Nicolás Carrizo, el tercer acusado con quien tenían estrecha relación. La Corte absolvió a Carrizo al considerar que no existe evidencia de su implicación en el fallido magnicidio.
La querella y el fiscal del juicio, Gabriel Baigún, retiraron la acusación en su contra luego de probarse durante el debate que no tuvo ninguna participación en el hecho.
Ahora el Tribunal dará a conocer los fundamentos de la sentencia el 9 de diciembre venidero.
De ese modo, después de un proceso que duró tres años, el vendedor de algodones de azúcar que gatilló un arma en la cabeza de la expresidenta de la Nación fue condenado a 10 años de prisión, mientras que su exnovia, declarada partícipe necesaria del plan criminal, recibió una pena de ocho años.
Sabag admitió ante los tres jueces Ignacio Fornari, Sabrina Namer y Adrián Grünberg, su intención de asesinar a Cristina Fernández; nunca se arrepintió, en tanto Uliarte renunció a brindar sus últimas declaraciones.
Antes del veredicto, a través de sus abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, Cristina Fernández apeló el archivo de la causa en la que se investigó al diputado nacional del partido Propuesta Republicana (PRO) Gerardo Milman por su presunta vinculación con el atentado del 1 de septiembre de 2022.
La denuncia contra Milman se inició a partir de la declaración del asesor legislativo Jorge Abello, quien aseguró haber escuchado al legislador decir “cuando la maten yo estoy camino a la costa” en el restaurante Casablanca dos días antes del atentado.
Al conocer que estaba siendo imputado, Milman borró totalmente su celular para no dejar huella alguna, y su secretaria eliminó también gran cantidad de documentación, según trascendió durante el proceso.
Además de archivar el expediente, la jueza federal María Eugenia Capuchetti, que instruyó la causa, se negó a sobreseer a Milman, a la espera de las últimas medidas de prueba pendientes. Ahora deberá analizar la apelación, que eventualmente puede ser resuelta por instancias superiores.
La titular del Juzgado Federal N° 5 entendió que todas las pruebas realizadas en los últimos tres años de investigación “no permiten evidenciar sospecha alguna” sobre el político del PRO y feroz adversario de Cristina Fernández, más allá de los dichos de Abello.