Rutte también mantuvo un encuentro con el ministro nipón de Defensa, general Nakatani
y visitó la base naval estadounidense de Yokosuka. Foto: Euronews
Por: Alfredo García
Mientras el presidente, Donald Trump consolida su estrategia de guerra comercial de aranceles, su subordinado, Mark Rutte, secretario general de la OTAN, coordina el trabajo sucio.
La reciente visita de Rutte a Japón, es la primera desde que asumió el cargo el pasado octubre, y se enmarca en la creciente cooperación entre ambas partes frente a la invasión rusa de Ucrania.
El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, y Mark Rutte, acordaron el pasado miércoles, estrechar la colaboración entre sus respectivas industrias de defensa, ante los desafíos comunes que ven en China y Rusia.
El líder nipón y el responsable de la Alianza Atlántica, se comprometieron a “reforzar su cooperación” en ese ámbito y en otros como la ciberdefensa y la seguridad marítima, según dijo Rutte, en una comparecencia ante los medios tras la reunión mantenida en Tokio.
Rutte afirmó que esta mayor colaboración es “crucial” en un momento marcado por el “giro en la situación de la seguridad”, tanto en el Atlántico como en el continente europeo y en la región del Indopacífico.
“Rusia continúa emprendiendo su guerra contra Ucrania, su economía está en modo bélico y no ha abandonado sus ambiciones de remodelar la seguridad europea”, destacó el exprimer ministro delos Países Bajos, convertido en estratega militar.
“Mientras, China persigue una militarización a gran escala y busca controlar tecnologías clave, infraestructuras críticas y cadenas de suministros”, dijo Rutte, quien acusó a Pekín de “continuar con sus actividades de desestabilización en el Indopacífico”.
También señaló a Corea del Norte, por “enviar tropas y armas que son usadas contra Ucrania”, a cambio del apoyo ruso a programas armamentísticos norcoreanos.
Rutte calificó a Japón como “uno de los socios más valiosos” de la Alianza Atlántica, y alabó la asistencia prestada por Tokio a Ucrania frente a la invasión rusa, así como el reciente incremento del gasto militar del país asiático.
Ishiba, por su parte, agradeció la mayor involucración de OTAN en la región del Indopacífico, cuya seguridad “está estrechamente conectada” con la del Atlántico.
La OTAN también ha expandido su colaboración en los últimos años con otros países de la región como, Corea del Sur, Australia o Nueva Zelanda.
Japón comenzó en 2024 a aumentar su gasto militar de forma significativa con la meta de situarlo a un nivel cercano al objetivo del 2 % del producto interior bruto entre países miembros de la OTAN y de emprender su mayor rearme desde el final de la II Guerra Mundial, dotándose de nuevo armamento como misiles de largo alcance o hipersónicos.
Además de reunirse con Ishiba, Rutte mantuvo un encuentro en la víspera con el ministro nipón de Defensa, general Nakatani, visitó la base naval estadounidense de Yokosuka (al sur de Tokio) y unas instalaciones del gigante tecnológico nipón, Mitsubishi.
Durante esa reunión, Nakatani expresó el interés de Japón en sumarse al comando conjunto de la OTAN, que coordina el entrenamiento militar y el material que se le ofrece a Ucrania, denominado, NSATU, por sus siglas en inglés y ubicado en la base estadounidense en Wiesbaden (Alemania).
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.