Cuba reafirmó recientemente una posición explicada con anterioridad, que sale al paso de informaciones tendenciosas en torno a asuntos relacionados con el conflicto militar en Europa.
El gobierno cubano ratificó categóricamente que el país no forma parte de la guerra en Ucrania, ni participa con efectivos militares allí, ni en otros escenarios.
Una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores fue clara y enérgica, al establecer que los cubanos participantes en ambos lados del enfrentamiento armado han sido reclutados mediante organizaciones no radicadas en el archipiélago caribeño.
Al subrayar que esas personas carecen de vínculo con el gobierno, la mayor de las Antillas reafirma una postura aclarada en 2023, cuando también medios de comunicación y la denominada prensa independiente, financiada desde el exterior, especularon, sin evidencias, acerca de un supuesto papel de La Habana en aquella contienda armada.
La nación caribeña había señalado en la fecha apuntada sobre el enfrentamiento a operaciones de trata de personas, con fines de reclutamiento militar.
El pronunciamiento en aquel momento reiteró una política tradicional de la mayor de las Antillas, el rechazo y la aplicación de la ley contra quienes participen internamente en el mercenarismo y trata de personas.
El texto alertaba cómo se soslaya que la nación caribeña tiene una larga y contundente trayectoria contra el mercenarismo y así lo manifiesta activamente en la ONU.
En el más reciente pronunciamiento del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba calificó de mendaces las imputaciones sobre el involucramiento oficial en el alistamiento de personas partícipes en el conflicto en el Viejo Continente.
Lo cierto es que La Habana ha reiterado que el mercenarismo, la trata de personas y la incorporación de nacionales en confrontaciones armadas en otro país son tipificadas como delitos, con sanciones muy severas en el ordenamiento jurídico local.
Observadores subrayaron que quienes alimentan imputaciones contra Cuba en este sentido buscarían argumentos para agudizar campañas contra este país.
Para ello grupos, individuos y medios hostiles recurren a la artimaña de resaltar lo que presentan como participación de cubanos en acciones de combate en el exterior.
De esa forma le hacen el juego a Estados Unidos, donde buscan desviar la atención de acciones realmente graves, como el recrudecimiento del bloqueo a Cuba, causante de severas carencias materiales a sus habitantes.