El tabaco, esa adicción que mata a millones

Editado por Maria Calvo
2017-01-25 10:59:50

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por Guillermo Alvarado

La Organización Mundial de la Salud, OMS, advirtió en un reciente estudio que la adicción al tabaco es responsable de la muerte de 6 millones de personas cada año, cifra que va en constante aumento, y llamó a ejercer controles efectivos para combatir esta práctica que tiene elevados costos humanos y económicos, sobre todo en países de desarrollo medio y bajo.

El 21% de la población mundial, es decir 1 100 millones de personas, son fumadoras, una tercera parte de los hombres y el 6% de las mujeres, y el consumo se está expandiendo sobre todo en la cuenca este del mar Mediterráneo y los países africanos, advirtió la entidad.

Aunque en muchos lugares se toman medidas sanitarias, fiscales y de educación, las campañas de las grandes corporaciones fabricantes de cigarrillos son aún muy poderosas, e inducen a mucha gente, sobre todo a jóvenes de corta edad, al uso cotidiano del tabaco.

De mantenerse los registros actuales, en 2030 el número de fallecidos por esta causa alcanzará los 8 millones al año, de acuerdo con el documento.

El estudio denominado “Economía y control del tabaco” contó con la participación de 60 investigadores de varios países, los cuales señalaron un fuerte aumento del poder de mercado de las empresas, lo que implica nuevos desafíos en el diseño y puesta en marcha de estrategias para abatir la adicción.

Dentro de las medidas recomendadas están las de tipo fiscal, es decir incrementar los impuestos a la venta de cigarrillos, algo que se practica con relativo éxito en los países desarrollados, pero aún es insuficiente en naciones cuyas economías son vulnerables al poder de las transnacionales.

Los especialistas afirman que el incremento tributario hace disminuir el consumo y no tiene efectos nocivos en la economía estatal, como afirman las corporaciones tabacaleras.

Por esta vía naciones de ingreso medio o bajo podrían alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 de reducir en un tercio las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles vinculadas al tabaquismo.

Si bien el problema medular está en el elevado número de vidas que este vicio corta en el planeta, hay otras cuestiones que inciden con fuerza, entre ellas el costo para los sistemas de salud pública del tratamiento de las enfermedades derivadas del consumo de la nicotina, de manera particular los problemas cardiovasculares y el cáncer de pulmón, garganta y de otros tipos.

Fumar también influye en al menos el cinco por ciento de los fallecimientos ocasionados por males transmisibles, como la tuberculosis o infecciones del aparato respiratorio.

Aunque es una fórmula muy utilizada en las campañas contra este pernicioso hábito, conviene una y otra vez preguntarse cuando alguien enciende un cigarrillo, ¿Quién está consumiendo a quién?



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