Por María Josefina Arce.

El Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri es reconocido a nivel internacional por sus investigaciones sobre enfermedades infecciosas como el dengue, el zika y el chikungunya, que tienen alta incidencia en América Latina y el Caribe.

Ochenta años cumple esa institución que ha recibido el elogio de organismos como la Organización Panamericana de la Salud. Precisamente el doctor costarricense Enrique Pérez Gutiérrez, jefe del Departamento de emergencias de la OPS, ponderó en La Habana los aportes del IPK en el enfrentamiento a enfermedades infecciosas, emergentes, re-emergentes y las olvidadas en el mundo.

Estas arbovirosis no solo cuestan la vida cada año a un considerable número de personas, sino que también traen aparejadas cuantiosas pérdidas económicas por los recursos que hay que destinar para enfrentar ese problema de salud.

Pérez Gutiérres, quien asiste en la capital cubana al Congreso por las ocho décadas del Instituto, destacó que los profesionales de la nación antillana siempre han apoyado las investigaciones que realiza la OPS en el área.

De hecho los estudios realizados por este centro han contribuido notablemente a ampliar el conocimiento actual sobre la patogenia, el diagnóstico, la epidemiología y las manifestaciones clínicas del dengue, entre otros males.

Esos avances han hecho que el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí sea Centro Colaborador para los Estudios del Dengue y la Tuberculosis, de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud.

Y es que el Instituto tiene entre sus objetivos mejorar la calidad de vida de la población cubana y del resto de la comunidad internacional, y contribuir al desarrollo de las ciencias biomédicas en general y de la microbiología, la parasitología y la epidemiología en particular.

Pero no sería hasta el triunfo de la revolución en enero de 1959 que esta entidad recibiría todo el apoyo necesario para llevar a cabo exitosamente la vigilancia epidemiológica del país y contribuir a nivel internacional con esta importante tarea.

En 1993, en la apertura de la actual sede, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, llamó a que esta no fuera vista como una institución de Cuba sino de la humanidad, indicación que guía la acción de sus especialistas y demás trabajadores.

Muchas son las enfermedades infecciosas que no existen habitualmente en el archipiélago y cuyo estudio lidera el IPK, cuya labor ha sido destacada incluso por universidades norteamericanas y personalidades de varios países.

En su visita este año a La Habana el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, destacó que la labor científica del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí «es una contribución muy importante a la humanidad».

En este centro también se han formado miles de profesionales de unas 80 naciones, lo que habla del prestigio internacional con que cuenta.

Es además un Centro de Referencia Nacional en el tratamiento a personas con VIH/SIDA y su trabajo en esta área es un soporte del Programa nacional de Prevención y control de esa enfermedad con que cuenta Cuba desde la década del ochenta del siglo pasado.

La realidad es que como centro de investigación, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí lidera muchos proyectos vinculados a enfermedades hasta la actualidad sin cura, y en sus laboratorios se han hecho importantes descubrimientos.