Nuevamente Sebastián Piñera a la presidencia de Chile

Editado por Maite González Martínez
2017-12-18 09:43:29

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Por María Josefina Arce

De nuevo un empresario multimillonario regirá en los próximos años el destino de una nación latinoamericana. El acaudalado derechista Sebastián Piñera se impuso en la segunda ronda de las elecciones presidenciales efectuada este domingo y de ese modo, regresará en marzo venidero a la presidencia del país austral, cuatro años después de concluir su primer mandato.

Piñera, del partido Chile Vamos, obtuvo un 54,57% de los votos, mientras que su contendiente Alejandro Guillier, candidato de la coalición oficialista de centroizquierda Fuerza Mayoría, logró un 45, 43 por ciento de los sufragios.

Otra vez las encuestas, que en esta ocasión apuntaban a una lid mucho más reñida, volvieron a fallar y Piñera logró más de nueve puntos de diferencia de su rival.

Lo cierto es que la derecha se aglutinó alrededor de Piñera, quien era la esperanza del gran empresariado en un país que no ha logrado despojarse del legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Su rival por su parte, no logró el reto de una movilización masiva de todo el centro izquierda a su favor, incluido ese 20% de chilenos que apoyaron en primera vuelta al izquierdista Frente Amplio.

De hecho Guillier perdió incluso en Antofagasta, región donde fue electo como primera mayoría parlamentaria en 2013.

Ya en la primera ronda de los comicios presidenciales, efectuada en noviembre pasado, el centro izquierda fraccionó su fuerza con la propuesta de varios candidatos, lo que les restó posibilidades de frenar la llegada nuevamente al poder de la derecha chilena.

Nuevamente fue alta la abstención que como en la primera etapa de las elecciones generales rondó el 50 por ciento, aunque en esta ocasión la participación creció un poco.

A lo largo de la jornada en dos ocasiones diferentes, el magnate conservador prometió una nación sin desigualdades. “Queremos un país más próspero, con educación y salud de calidad, combatir la delincuencia y el narcotráfico, pensiones justas, el derecho a vivir en paz y democracia, y apego a los pueblos originarios, niños y adultos”, destacó.

Un discurso que muchos ponen en entredicho, dado su primer mandato del 2010 al 2014. Son numerosos los chilenos que no han olvidado las constantes movilizaciones populares que se vivieron en esa época en la nación austral, donde el neoliberalismo era la política a seguir.

Los jóvenes de todas las enseñanzas, pero fundamentalmente la universitaria, mantuvieron durante meses en jaque a Piñera en demanda de una reforma educacional que echara por tierra el sistema elitista heredado de la triste época de la dictadura militar.

El presidente electo habla ahora de apego a los pueblos originarios cuando durante su primer gobierno aplicó la denominada Ley antiterrorista, también de la etapa de Pinochet, contra el pueblo mapuche, despojado de sus ancestrales derechos.

Sin embargo, para muchos analistas Piñera deberá actuar con moderación, pues no tiene mayoría en el Parlamento, y necesita acercarse a diputados progresistas moderados para sacar adelante sus leyes.

De ahí que aunque no habrá una profundización en las reformas progresistas de la actual presidenta Michelle Bachelet, esperan que el gobernante electo se frene un poco, aunque tampoco podemos olvidar que su política es el neoliberalismo.

En marzo venidero nuevamente será Bachelet quien ponga la banda presidencial a Sebastián Piñera, como hiciera en 2010 cuando también le cedió su puesto en el Palacio de la Moneda.



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