Colombia: entre la guerra y la paz

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-05-28 10:04:18

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Por: Guillermo Alvarado

En el complejo y abarrotado calendario electoral de América Latina y El Caribe para este año, los colombianos dieron un paso más en el camino para designar al futuro presidente de la nación, en un ambiente donde el asunto clave es el futuro del proceso de paz, todavía a medio camino y con enormes dificultades por delante.

Los resultados anunciados por las autoridades correspondientes indican que este domingo terminó a la cabeza el candidato Iván Duque, apadrinado por el antiguo jefe de Estado Álvaro Uribe, con el 39,1 por ciento de sufragios, una cifra alta pero lejos de la mitad más un voto que le habría otorgado la presidencia de inmediato.

El segundo lugar lo alcanzó Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá y con una larga carrera en el Organismo Legislativo, quien obtuvo 25,1 puntos, seguido muy de cerca por el ambientalista Sergio Fajardo, con 23,73 por ciento.

Los otros tres aspirantes al Palacio de Nariño quedaron muy atrás en la contienda y de ellos llama la atención el desplome sufrido en las urnas, con sólo 2,1 por ciento de los votos válidos, por el candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle, otrora negociador gubernamental en el proceso de paz con la entonces guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.

Con esto queda claro que irán a la segunda vuelta el 17 de junio venidero Duque y Petro, pero que el famoso fiel de la balanza estará en manos de Fajardo, que con su caudal de votos podrá inclinar hacia un lado u otro la decisión final.

Muchas cosas estarán en juego, pero nada tan importante como la paz en una nación castigada por una guerra de casi 70 años, la más prolongada en la historia moderna de nuestro continente y que ha tenido un costo humanitario muy elevado con cientos de miles de fallecidos y heridos y millones de desplazados.

Sabido es que el expresidente Uribe es un enemigo jurado de las negociaciones con las organizaciones insurgentes, tanto las que ya se firmaron con las FARC como las que se desarrollan en la actualidad con el Ejército de Liberación Nacional.

Para el caudillo colombiano la solución debe pasar por el poder militar, ya sea el que representa la institución armada nacional o el de los grupos irregulares que siembran el terror en varios puntos de ese país.

Los resultados del 17 de junio van a determinar cuál de los criterios se impone, y no ayudan para nada recientes decisiones del presidente Juan Manuel Santos, en particular la adhesión de ese país a la belicista Organización del Tratado del Atlántico Norte, la OTAN, de tristes recordaciones.

Esa agrupación nada tiene que hacer en nuestra región y va a contrapelo de la declaración de América Latina y El Caribe como zona de paz, donde los conflictos se resuelvan por medio de la negociación.

Serán 21 días de intensas negociaciones y ambos candidatos deberán demostrar sus habilidades para convencer a otros partidos, así como a los más de 15 millones de personas que este domingo se quedaron en casa. Se trata, en suma, de algo más importante que izquierda o derecha. Se trata de escoger entre la paz o la guerra.



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