Acelera la máquina de hacer pobres

Editado por Maite González Martínez
2019-11-29 08:47:21

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Por: Guillermo Alvarado

Este año, al que le faltan apenas un mes y dos días para finalizar, cerrará con un triste registro en América Latina y El Caribe, donde la pobreza, y sobre todo la extrema pobreza, deglutieron a seis millones más de personas lo que mantiene la curva ascendente iniciada en 2015.

Así lo informó la víspera la Comisión Económica de la ONU para América Latina y El Caribe, CEPAL, durante la presentación de su informe anual en la sede ubicada en Santiago de Chile.

Significa que en estos momentos son 191 millones de seres humanos los que subsisten sin los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, en particular las referidas a alimentación, ropa, calzado, vivienda, salud, escuela, agua potable y electricidad.

De ellos 72 millones están en la más absoluta miseria y necesitan ayuda para sobrevivir, cuando la consiguen.

La CEPAL indicó que el 30,8 de la población está en condición de pobreza y el 11,5 por ciento en extrema pobreza. En ambos casos los indicadores son superiores a los registrados en 2018 y apuntan a que será muy difícil que la región en su conjunto logre cumplir con las metas de desarrollo para el 2030, pues cuando faltan apenas 11 años en lugar de retroceder, este flagelo va en constante incremento.

Por su puesto que por países hay diferencias y entre ellos destaca, por ejemplo, El Salvador que entre 2014 y 2017, durante el segundo gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, la pobreza extrema descendió del 11,7 al 8,3 por ciento.

No es casual que los peores resultados de este año ocurran en Brasil y Venezuela. Esta última nación está sometida desde hace tiempo a una feroz guerra económica, comercial y financiera por Estados Unidos, que busca de esta manera generar descontento y derrocar a la Revolución Bolivariana y su legítimo presidente, Nicolas Maduro.

En Brasil las administraciones del Partido de los Trabajadores, bajo la dirección de Luis Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff, lograron notables avances en la disminución de las necesidades y precariedad de la población.

Pero los gobiernos del golpista Michel Temer y su sucesor, Jair Bolsonaro, se encargaron de desmontar todos los programas destinados a ese fin, para beneficiar a los sectores más ricos de la sociedad.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, señaló que el factor crucial en el aumento de la pobreza está en los programas de ajuste fiscal, que recortaron recursos para las familias más pobres.

No hace falta una gran formación académica para comprender la verdad de esta afirmación. Basta con dar una mirada a lo que está ocurriendo en Colombia, Perú, Ecuador y Chile para señalar al neoliberalismo como el gran culpable de esta tragedia. FIN



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