Almagro y la OEA, tal para cual

Editado por Maite González Martínez
2020-03-23 09:28:52

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp
El Comercio.

Por: Guillermo Alvarado

Opacada por la gravedad de la pandemia que azota prácticamente a todo el continente transcurrió la reelección al frente de la Organización de Estados Americanos, OEA, del uruguayo Luis Almagro, aupado por la voluntad de Washington y sus lacayos de la región.

Es una noticia nefasta para nuestros países, aunque esperada porque de ninguna manera los jefes de ese organismo, que habitan en la Casa Blanca, iban a permitir un golpe de timón de la mano de la ecuatoriana María Fernanda Espinoza, que podría haber aportado un ligero soplo de aire fresco al lugar.

La verdad es que una entidad tan desprestigiada como la OEA no merece mejor destino que quedar en las manos de un sujeto como Almagro, un hombre que traicionó sus principios, si de verdad los tuvo alguna vez, así como a su mentor, el expresidente José Mujica, que cometió la inocentada de proponerlo para el cargo que ocupó desde 2015.

Estamos ante un mentiroso patológico, que acusa de violar los derechos humanos a países como Venezuela, Nicaragua o la Bolivia de Evo Morales, mientras cierra los ojos ante las atrocidades perpetradas en Chile, Brasil, Colombia y Perú.

Se trata de un fanático anticomunista que no se detiene ante nada y que incluso viola el derecho internacional al reconocer a un presidente que nadie eligió, a Juan Guaidó, que no tiene representatividad alguna fuera o dentro de Venezuela.

El colmo de la felonía lo alcanzó Almagro cuando la OEA fue invitada, quizás por candidez o falta de malicia, a observar las elecciones presidenciales de Bolivia, que fue como meter el zorro al gallinero.

Como se recordará, la misión de observadores emitió un comunicado falso, donde alegaba inexistentes irregularidades en el recuento, el procesamiento y la custodia de los votos y que sirvió de excusa a la oligarquía y el ejército para dar el golpe de Estado al presidente Morales.

Especialistas del Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, demostraron la falsedad de ese informe, pero el cabecilla de la OEA ni siquiera se inmutó, ni dio las explicaciones que se le exigieron.

Por algo la embajadora de México ante el organismo, Luz Elena Baños, aseguró que la reelección de este sujeto fue lamentable, así como una “patetica” expresión de malas prácticas y muestra de las divisiones que existen entre las naciones de nuestro continente.

Baños agregó que la OEA tiene un secretario general que actúa como un Estado miembro más y no como un facilitador del diálogo, que dice no creer en la reelección, pero hizo todo lo posible para reelegirse.

Se dice que cada pueblo tiene el gobierno que merece y a mí no me cabe la más mínima duda de que la OEA tiene un secretario general a la imagen y semejanza de lo que ella misma es, un organismo al servicio de Estados Unidos, que desprecia a los pueblos que dice representar y actúa no por valores ni principios sino por intereses. Son, pues, tal para cual.



Comentarios


Deja un comentario
Todos los campos son requeridos
No será publicado
captcha challenge
up