Ventiladores y altos mandos estremecen a Bolivia

Editado por Maite González Martínez
2020-05-22 07:01:23

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Imagen ilustrativa. Foto / Miradas del Sur.

Por: Roberto Morejón

La autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, asume públicamente posiciones críticas hacia los involucrados en un escándalo de corrupción, porque el incidente perjudicará sus dudosas opciones electorales.

En la convulsa Bolivia sometida a la férula de los golpistas, entre ellos los altos mandos militares, los tribunales investigan por corrupción a varios funcionarios.

A ellos les imputan la compra de respiradores artificiales a un precio declarado mucho mayor del real.

La primera mandataria de facto ha tenido que aparentar mano dura para solventar un espectáculo deshonroso, con funcionarios arrestados incluyendo el ministro de Salud, Marcelo Navajas.

Los críticos del régimen que se afianzó en el poder tras el golpe de estado contra el presidente constitucional Evo Morales, cuestionan la respuesta oficial.

Alegan que Áñez esconde a los responsables más encumbrados de la adquisición de insumos médicos.

Sería un error afirmar que estamos ante un caso aislado. Desde la asunción de su cargo apoyada en las bayonetas, Áñez enfrentó otras denuncias de corrupción, a partir del manejo de intervenciones en empresas estatales. 

Muchos denuncian falta de información sobre donaciones, créditos y dinero del Banco Central de Bolivia, recibidos para atender la incidencia del nuevo coronavirus.

Casos comprobados y denuncias de coacción, tráfico de influencias, sobreprecios, pagos y cobros irregulares surcan el mandato del llamado gobierno de transición.

A ello se suma la inestabilidad institucional con cinco cambios de ministros y un enroque.

Más allá de los actos de dudosa administración sale a la palestra pública el pésimo manejo de la crisis sanitaria por la COVID-19 , con 4 mil 500 casos y 190 fallecimientos.

A estas alturas, la controvertida tarea de los políticos de derecha beneficiados por el golpe y llevados al gobierno no es ajena a Jeanine Áñez.

Ella ha sido acusada de usar fondos públicos en su campaña para presentarse como candidata a la presidencia en las próximas elecciones, cuya fecha sus secuaces NO han fijado.  

En esa dirección reina la oscuridad y lo mismo ocurre con los próximos pasos de los altos mandos castrenses, enfrentados con el Senado por el inconsulto ascenso de oficiales.

Bolivia rueda por una peligrosa pendiente abierta al truncar la gestión del presidente constitucional.



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