El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó este martes que no cederá ante quienes, según él, quieren desestabilizar al país con el paro nacional y las movilizaciones contra la eliminación del subsidio al diésel y otras medidas.
“Estamos ahora peleando una batalla contra el sectarismo, contra la gente que quiere desestabilizar al Ecuador y no vamos a ceder ni un milímetro”, declaró Noboa durante un acto en la provincia andina de Cotopaxi para entregar créditos al sector turístico.
En Latacunga, capital de ese territorio, este lunes, hubo una marcha de apoyo al Ejecutivo y a esta hora el movimiento indígena se manifiesta en las calles de esa ciudad contra la eliminación de la subvención al diésel y con demandas de seguridad, salud, educación, empleo, entre otras.
Noboa, que trasladó temporalmente la sede del Gobierno a Latacunga, agregó en su discurso: “No me voy a ir de aquí, me gusta bastante”, lo que dirigentes indígenas consideraron como una provocación.
Si bien el paro nacional no ha implicado que se detengan las actividades normales en las principales ciudades del país, en algunos territorios, principalmente de la sierra norte, existen bloqueos de carreteras y se reportaron enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Marlon Vargas, pidió respeto a la vida de quienes participan en el paro nacional.
“No es una decisión fácil, pero el Gobierno nos ha empujado a estas medidas con el alza del diésel, la crisis en salud y educación y la falta de respeto a nuestros derechos y territorios”, señaló Vargas en un video publicado en las redes sociales de la organización.
La jornada de protestas continúa con denuncias de “brutal represión” y “uso de armamento de guerra” en comunidades como Pijal, provincia de Imbabura, en el centro norte del país.
Además, ya hay reportes de heridos como consecuencia de los ataques de los uniformados.
