El 21 de diciembre de 2025 se llevó a cabo la inauguración oficial de la Unidad Técnica para el Mercado del Carbono en Cuba (Umecc) en el municipio Playa, La Habana, un paso significativo hacia la integración del país en los mercados internacionales de carbono. Este evento estuvo marcado por la presencia de altos funcionarios del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) y representantes de diversas agencias de Naciones Unidas, quienes brindaron su respaldo a este ambicioso proyecto.
El Ministro del Citma, Armando Rodríguez Batista, enfatizó la trascendencia de esta iniciativa, calificando su establecimiento como una respuesta decisiva a la necesidad de construir un marco institucional robusto que permita a Cuba participar de manera efectiva en un entorno global cada vez más complejo y exigente. La Umecc, según explicó, no solo tiene la misión de facilitar la participación soberana de Cuba en estos mercados, sino también de asegurar la sostenibilidad ambiental y el cumplimiento de los compromisos climáticos del país.
Un aspecto destacado por el Ministro fue el desafío del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, que limita las oportunidades de financiamiento internacional y afectan los esfuerzos de desarrollo sostenible. A pesar de estas adversidades, Cuba avanza en la creación de un marco regulatorio que favorezca el acceso a recursos en el ámbito del carbono, resaltando la importancia de la cooperación con organismos internacionales como el PNUD y la ONUDI.
La reciente aprobación de la Resolución 106 del Citma constituye un hito en este proceso, estableciendo las normativas necesarias para dinamizar el mercado de carbono en Cuba. Alejandro García Moya, director de la Umecc, detalló las funciones de la unidad, que incluyen el apoyo técnico especializado y la promoción de tecnologías limpias, con el objetivo de movilizar financiamiento climático que contribuya al desarrollo económico sostenible del país.
Durante la ceremonia, también se firmó una Hoja de Ruta de cooperación entre el Citma y el Programa Mundial de Alimentos, lo que refuerza el compromiso de colaboración para enfrentar los retos del cambio climático. La Umecc, aunque recién inaugurada, ya ha comenzado a operar y establecer métricas para la evaluación de proyectos, un ejercicio clave para garantizar la eficacia de las iniciativas propuestas.
De manera que puede afirmarse que, la creación de la Umecc no solo representa un avance significativo en la política ambiental de Cuba, sino que también refleja un compromiso claro con la sostenibilidad y el desarrollo, a pesar de las limitaciones externas. Este esfuerzo es fundamental para insertarse de manera efectiva en un futuro en el que la economía verde juega un papel crucial.
