
EEUU rumbo al aislacionismo
por Guillermo Alvarado
El propósito del presidente de Estados Unidos de hacer a su país de nuevo “grande” parece que incluye aislarlo lo más posible del resto del mundo, en particular de aquellas zonas de donde salió buena parte de la mano de obra para construir a esa potencia.
Según un documento filtrado a la prensa, se está preparando una reestructuración drástica del Departamento de Estado, donde está incluida la reducción del personal diplomático y consular de Washington en varios países del África subsahariana.
La información fue publicada originalmente en The New York Times y confirmada por la Agencia Francesa de Prensa, a pesar de que el secretario de Estado, Marco Rubio, dijo en un primer momento que los datos son falsos.
En realidad todo indica que la Casa Blanca se encamina a una revisión profunda de su cuerpo diplomático en varios lugares del mundo, sobre todo del continente africano, de donde fueron secuestradas y llevadas como esclavas a Estados Unidos varios millones de personas
La Oficina para África será eliminada y en su lugar se creará una entidad de menor importancia.
Lo novedoso es que esa nueva institución reportará directamente al Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en lugar de hacerlo al Departamento de Estado.
Además, todas las sedes diplomáticas y consulares no esenciales en ese continente serán cerradas y la política exterior será llevada por un enviado especial mediante viajes específicos y orientados desde Washington.
Pero esto no es lo único, pues también se propone reducir la presencia diplomática estadounidense en Eurasia, Oriente Medio, América Latina y Asia Pacífico.
A esto habría que agregarle la severa disminución en la entrega de fondos para entidades tan importantes como la Organización Mundial de la Salud y algunos acuerdos sobre cambio climático, democracia, derechos humanos, además de la ONU y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.
Según las ideas de Donald Trump, estas medidas de aislamiento de la primera potencia económica y militar del planeta, servirá para hacer grande de nuevo a su país, cuando todo parece indicar precisamente lo contrario.
Asuntos muy delicados dejarán de abordarse mediante estas políticas, supuestamente aplicadas para proyectar la fuerza estadounidense hacia el exterior, reducir el despilfarro y alinear al Departamento de Estado con la doctrina de Trump de Estados Unidos primero.