Por: Roberto Morejón
El más reciente ataque verbal del ultraderechista presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contra los médicos cubanos ante un auditorio como
El ex capitán del ejército viajó a Nueva York para hablar ante el período de sesiones 74 de
Nada justificada incluir en su malograda pieza oratoria el asunto de la presencia de los médicos cubanos en la nación de habla portuguesa.
Sin embargo, el furibundo admirador de la dictadura militar en Brasil sabía que esa embestida oral sería saludada por la administración del presidente Donald Trump, de quien Bolsonaro se confiesa devoto.
De esta manera, el otrora legislador de oscura trayectoria insistió en esgrimir como blanco de calumnias y hasta insolencias a los trabajadores cubanos de la salud, en arranque impropio de quien afirma ser un Estadista de respeto.
Otra vez Bolsonaro se pronunció adversamente al programa de solidaridad Más médicos.
Oculta que la estrategia permitió que casi 10 mil profesionales de bata blanca de la mayor de las Antillas atendieran a 113 millones de brasileños entre 2013 y 2018.
Los enviados de la nación caribeña bregaron en casi 3 mil 600 municipios y de ellos más de 700 tuvieron médicos por primera vez.
Múltiples testimonios de gratitud de la población competentemente atendida acompañaron la salida de los profesionales cubanos de Brasil.
Ellos partieron después de una ronda inicial de ofensas del ultraconservador presidente del gigante sudamericano.
Bolsonaro sabe que es así, pero insiste febrilmente en la supuesta condición de esclavos de los médicos cubanos.
Lo hace como si él fuera tan bondadoso incluso con sus compatriotas, entre ellos los indígenas, afrodescendientes y opositores políticos, a quienes desprecia.
Nos referimos a un primer mandatario acreditado por sus desplantes, como lo hizo al calificar de “pandilla” a los que trabajan con la ex presidenta argentina Cristina Fernández.
Aunque le pese al ex militar y a su campeón Donald Trump, los médicos cubanos cumplieron una honrosa misión en Brasil, y así lo legitimaron millones de brasileños.
Como expresara recientemente el encarcelado expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva puede calificarse de humillante la postura de sumisión de Bolsonaro ante el gobierno de Estados Unidos.
