La COVID 19 mantiene en vilo al mundo

Editado por Maite González
2022-01-05 06:28:13

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Por María Josefina Arce.

La COVID 19 mantuvo en jaque al mundo en los últimos dos años; llevó al colapso de los sistemas sanitarios, paralizó las actividades económicas y aumentó las desigualdades existentes. Ahora ante su alto índice de infección Ómicron, la nueva variante detectada por primera vez a finales de noviembre pasado en Sudáfrica,  crea nuevas dudas sobre la tan necesaria recuperación a nivel mundial.

La cepa avanza vertiginosamente y el número de contagiados crece por días. Ya está presente en gran parte de la geografía mundial y en algunos países como Estados Unidos ha marcado récords de enfermos.

De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, el pasado día tres se contabilizaron en territorio estadounidense más de un millón de casos.

Aunque los estudios aseguran que los síntomas son más llevaderos y parece ser menos letal, la alta transmisión de Ómicron crea nuevos retos para los centros hospitalarios y un personal de la salud agotado, tras batallar durante 24 meses contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Pero las alarmas no dejan de sonar. Científicos franceses afirmaron que en el sur de Francia se ha detectado una nueva variante, que presenta 46 mutaciones que mostraron una combinación atípica. Se cree que el paciente cero es una persona que retornó al país desde Camerún.

A esto se suma que también se comienzan a reportar casos de Flurona, una combinación de gripe y COVID 19. Después del primer caso de este año reportado en Israel, ya se conoce de otros en España y Hungría, incluso en Brasil, el primer país de América Latina en notificar este tipo de doble contagio.

El epidemiólogo  Abdi Mahamud, jefe de la Oficina de gestión de incidentes de la OMS, Organización Mundial de la Salud, señaló que las vacunas siguen mostrando eficacia para evitar la  urgente hospitalización y fallecimientos por COVID 19.

Y ese es un punto clave, pues la vacunación no ha marchado al mismo ritmo para todos. Desde un principio los estados más ricos acapararon los inmunos, en detrimento de los menos desarrollados.

Por demás, no ha funcionado como se esperaba el mecanismo de COVAX, creado precisamente, para posibilitar un mayor acceso de los más pobres a las vacunas. Mientras ante la presencia de Ómicron las naciones ricas aplican una dosis de refuerzo, en las menos desarrolladas buena parte de la población sigue sin tener el esquema completo de vacunación.

La realidad es que en muchos casos los inmunos se han recibido con retraso o poca antelación, y en ocasiones los fármacos  con fecha de caducidad muy corta tuvieron que ser devueltos o desechados cuando los gobiernos no pudieron distribuirlos a tiempo.

La COVID 19 mantiene en vilo al mundo, que en estos dos últimos años ha visto como  ha retrocedido en muchos aspectos. La pobreza, el hambre, el desempleo y la violencia de género se han incrementado, al tiempo que se ha hecho más profunda la brecha entre ricos y pobres, no solo a nivel internacional, sino también dentro de las fronteras.



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