Espía en casa

Editado por Maite González
2022-01-20 06:46:08

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Imagen / Listín Diario

Por: Guillermo Alvarado

Desde que se conoció la creación y uso del programa de espionaje Pegasus, desarrollado por la empresa NSO Group con sede en Israel, numerosas son las denuncias sobre la invasión de la privacidad de políticos, gobernantes, empresarios o defensores de los derechos humanos en todo el mundo.

Ahora resulta, sin embargo, que este instrumento dotado de una alta tecnología y empleado con muy bajo sentido de la ética, también fue utilizado por la policía de Tel Aviv para vigilar a sus propios ciudadanos, en particular a opositores al ex primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Una investigación del diario Calcalist reveló que los servicios de seguridad sionistas compraron esa herramienta de vigilancia por primera vez en 2013, así como todas sus actualizaciones y paquetes adicionales en los años siguientes para controlar a una lista de ciudadanos israelíes.

Según la fuente, también se espió a un grupo de empleados del gobierno que tenían acceso a información sensible de diversa índole. Aunque teóricamente algunos de estos casos podrían ser justificados, el espionaje se realizó sin supervisión ni autorización legal.

El jefe de la policía, Kabi Shabtai, no negó el uso de Pegasus, pero dijo que el informe de Calcalist “contenía algunas incorrecciones”.

Un análisis forense de un grupo de teléfonos móviles reveló que efectivamente estaban infectados por Pegasus y que el espionaje en esos casos se realizó a partir del 30 de julio de 2020 en algunos aparatos y se extendió hasta el 15 de julio del año siguiente.

El programa en cuestión se instala a distancia en dispositivos iOS y Android y permite extraer imágenes, mensajes de texto, correos electrónicos, registrar llamadas y activar  la cámara y la grabadora, sin el consentimiento del propietario.

Informaciones periodísticas señalan que en todo el mundo unos 600 políticos y funcionarios, incluidos jefes de gobierno o de Estado, 189 periodistas,  64 hombres de negocios y cerca de 85 activistas fueron vigilados con esta herramienta, lo que levantó una ola de indignación.

Uno de los casos más recientes ocurrió en El Salvador, donde un grupo de comunicadores de varios medios, entre ellos el periódico El Faro, fueron víctimas de espionaje, presuntamente dirigido por el gobierno.

Supuestamente Pegasus es vendido por NSO Group a gobiernos o servicios de inteligencia debidamente autorizados para su utilización por razones exclusivamente de seguridad, pero eso no ocurre así.

En la práctica se convirtió en una forma de entrometerse en la vida privada de civiles, otra grosera forma de violar los derechos humanos.



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