
Electo nuevo secretario general de la OEA, el canciller de Surinam Albert Ramdin. Foto: eleconomista
por María Josefina Arce
Finalmente Luis Almagro deja la Secretaría general de la OEA, Organización de Estados Americanos, una entidad regional marcada por el desprestigio y la subordinación a los intereses geopolíticos de Estados Unidos.
A lo largo de su historia el organismo ha apoyado intentos de aislamiento, intervenciones militares y golpes de estado por las presiones ejercidas por los sucesivos gobiernos estadounidenses.
En los diez años al frente del organismo Almagro fue uno de los principales voceros de la política injencista de Washington en la región y de los intentos de acallar a los gobiernos progresistas del área.
Bajo su mandato apoyó, junto a Estados Unidos, a Juan Guaidó, quien unilateralmente en 2019 se autoproclamó presidente interino de Venezuela, en un intento por derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, elegido democráticamente en las urnas por el pueblo venezolano.
Años antes ya había intentado que se aplicara contra la nación suramericana la Carta Interamericana del organismo por supuestas violaciones de los derechos humanos.
Más recientemente pretendió desconocer los resultados de las elecciones de julio de 2024, en las que Maduro fue reelecto por más del 51% del electorado y en las que estuvieron presentes más de 700 observadores internacionales.
Es así que brindó su apoyo al candidato de la derecha Edmundo González, de quien dijo debería haber asumido la presidencia de Venezuela en enero último.
Asimismo el gobierno de Bolivia, presidido por Luis Arce, denunció en reiteradas ocasiones la responsabilidad de Almagro, al frente de la OEA, en la asonada golpista de 2019 contra el entonces mandatario Evo Morales, tras imponerse en las elecciones de octubre de ese año.
Un golpe de Estado que provocó víctimas mortales y numerosos lesionados. Las fuerzas golpistas reprimieron brutalmente las protestas ciudadanas y llevaron a cabo las masacres de Senkata y Sacaba.
Contra Cuba tampoco dudó Almagro en verter su veneno, alineado a la política hostil de Washington, que desde hace más de seis décadas mantiene un inhumano bloqueo contra la nación caribeña que daña esferas esenciales y provoca carencias.
Sin dudas, como han señalado muchas voces en el continente la década de Almagro al frente de la Organización de Estados Americanos fue la peor desde que ese organismo se creara en abril de 1948.