
Marco Rubio visitará El Salvador
Por: Roberto Morejón
Las diferentes administraciones de Estados Unidos se obsesionan con sus listas unilaterales, como si fueran jueces internacionales, y a ellas suman a Cuba.
El Gobierno de Donald Trump, con la empecinada gestión de su secretario de Estado Marco Rubio, incluyó a la mayor de las Antillas en otra de esas enumeraciones, la de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo.
El dictamen corresponde al departamento de Rubio, quien parece no atender lo suficiente asuntos álgidos, y así encuentra tiempo para tramar nuevos abusos contra La Habana.
El último permite al gobierno de Donald Trump revertir la medida adoptada por la administración de su antecesor, Joseph Biden, al retirar al archipiélago caribeño de la referida lista.
El paso actual sirve de nueva palanca de sanciones al archipiélago caribeño, estrechar el bloqueo y luego afirmar que esa coerción no existe, pues lo que llama régimen cubano puede relacionarse con el mundo entero.
Y para confirmar el estrechamiento del funesto anillo vale recordar que Estados Unidos devolvió a Cuba a su enumeración de Estados patrocinadores del terrorismo, de la que Biden la había extraído antes de abandonar la Casa Blanca.
Esta última conlleva severos contratiempos a la economía antillana, pues se cierran créditos y diligencias bancarias internacionales.
Pero Rubio y la columna anticubana que rodea a Trump desoyen pronunciamientos como el de un grupo de expertos de la ONU, el cual dijo en febrero que retornar a la nación caribeña al inventario de países que patrocinan el terrorismo es ilegal y un retroceso para los derechos humanos de los cubanos.
Aunque el Departamento de Estado alega otros pretextos, sacados de la manga, para articular el más reciente dictamen anticubano, lo cierto es que Rubio siempre ha exigido mantener a esta nación en listas negras.
En 2022, cuando era senador, criticó a la administración Biden porque, en su criterio, se mostraba proclive a eliminar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Ahora, en el control del Departamento de Estado, se dispone a reestructurarlo, pero no priva de fondos los programas de cambio de régimen en Cuba.
Con sus listas y otras herramientas, la administración de Trump y en particular Rubio estrechan el cinturón sobre Cuba, lo que respalda recientes aseveraciones del viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío.
“Cuba no vive en paz. Cuba vive en agresión permanente".