Dios los cría y el diablo los junta

Editado por Maite González
2022-11-04 07:05:51

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ONU

por Pedro Martínez Pírez

Ese antiguo refrán se hizo evidente este jueves en Nueva York durante la votación del proyecto de resolución presentado por Cuba ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el genocida bloqueo de Estados Unidos contra las familias cubanas.

Como era de esperar los representantes de los gobiernos de Estados Unidos e Israel, votaron en contra, pero otro dúo de representantes de gobiernos reconocidos por la ONU , se abstuvieron: Brasil y Ucrania.

Pero quienes desde hace treinta años seguimos con atención el debate en la Asamblea General , o desde hace más de seis décadas sufrimos como cubanos los efectos del bloqueo yanqui, sabemos que no fueron Brasil y Ucrania, sino Jair Bolsonaro y Volodimir Zelenski, dos ultraconservadores que pasarán a la historia con pésímos resultados como presidentes de esas dos naciones hermanas.

A Bolsonaro le quedan menos de dos meses en la presidencia de Brasil, pues acaba de ser derrotado en las urnas por un amigo histórico de Cuba: Luis Inacio Lula da Silva, y terminará más temprano que tarde la pesadilla de los ucranianos con el desgobierno de Zelenski, quien ha lanzado a su pueblo a servir -como carne de cañón- los intereses de Washington.

La madurez alcanzada en el batallar político por los seguidores de José Martí y Fidel Castro, permite a los cubanos saber diferenciar a los pueblos de los gobiernos, y recordar el afecto y los lazos entrañables que prevalecieron siempre entre Cuba, y especialmente sus médicos, con los pueblos de Ucrania y Brasil.

Para quienes pudimos ver por televisión en Cuba la magnífica presentación del Canciller Bruno Rodríguez del proyeto de resolución contra el bloqueo, y presenciar después la contundente votación de 185 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, el hecho histórico reafirma que la política genocida de Washington agrede no sólo a Cuba, sino que por su carácter extraterritorial, lo hace a toda la comunidad mundial.

Y si el excelente diplomático cubano nos recordó la inteligencia y firmeza del Canciller de la Dignidad Raúl Roa García, sentimos vergüenza ajena por el triste papel desempeñado por el representante de Estados Unidos, quien leyó el mendaz y rídiculo texto anticubano que con toda probabilidad le redactaron sus jefes en el Departamento de Estado, tal vez el mismísimo Anthony Blinken, a quien en su propia cara –y lo pudimos disfrutar hace pocos días por TeleSur-- dijo Gustavo Petro, Presidente de Colombia, que era totalmente injusto que Estados Unidos colocara a Cuba en la caprichosa lista de paises promotores de terrorismo.

Y el Canciller cubano recordó en su intervención de este jueves en la ONU que la decision de reincorporar a Cuba a la ilegal lista de patrocinadores del terrorismo fue tomada nueve dias antes de la culminación del mandato del republicano Trump, pero  mantenida por el demócrata Biden hasta hoy.

Dios los cría y el diablo los junta en su política contra Cuba y en la flagrante violación de la Carta de la ONU y los Derechos Humanos en el mundo, y ambos merecen por tanto  compartir la gran derrota imperialista sufrida durante la trigésima aprobación de una resolución contra el bloqueo presentada por la pequeña Cuba, una de las naciones fundadoras en 1945 de las Naciones Unidas.

Esta breve opinión, sin los datos de los cuantiosos daños provocados a Cuba por el bloqueo, me la solicitó Gustavo Pescetta, un radialista argentino de La Plata, pero como periodista al fin y al cabo, aprovecho para compartirla con otros colegas y amigos de Cuba en Nuestra América y el resto del Mundo.



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