Por: Alfredo García Almeida*

Mientras el presidente, Donald Trump, impone su visión empresarial del nuevo orden mundial, creando caos e incertidumbre en las relaciones internacionales tanto con adversarios como con aliados, el presidente chino, Xi Jinping, compite demostrando su  preferencia por lo práctico o útil, al diseñar una política global pragmática y de mutuo beneficio por encima de las barreras ideológicas.

En una entrevista con “Meet the Press” de la cadena NBC, realizada en su residencia de Mar-a-Lago en Florida y emitida el pasado domingo, se le preguntó a Trump, “¿si como presidente debía respetar la Constitución de EE.UU?”, a lo que contestó con un, “no lo sé”, y refirió el tema a su Departamento de Justicia, al frente del cual nombró a la joven abogada republicana, Pam Bondi, como fiscal general de los Estados Unidos.

Trump, hizo una férrea defensa de las criticadas políticas que puso en marcha en su segundo mandato en la Casa Blanca, entre éstas la de deportaciones masivas de inmigrantes sin estatus legal, sin que se cumpla con el debido proceso de ley como establece la Constitución del país. 

El magnate inmobiliario, también defendió su criticada política de aranceles, que ha estado marcando las operaciones de la Bolsa, creado conflicto con socios comerciales y preocupación entre los estadounidenses, a quienes dijo que se trata de “un proceso de transición” y que “todo estará bien”, en caso de una recesión de corto plazo en camino a lo que él predice que, a largo plazo, será una economía vigorosa cuando sus políticas surtan pleno efecto.

En dirección opuesta, el pasado martes China ha retirado las sanciones que impuso en 2021 a varios eurodiputados y a la comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. 

Las relaciones entre los órganos legislativos de Bruselas y China, estaban limitados debido a esas sanciones que suponían la prohibición de la entrada a esos eurodiputados en territorio chino. “Confiamos en que, con la reanudación plena de los intercambios legislativos, ambas partes profundicen su comunicación y comprensión mutua”, aseguró el vocero chino, Lin Jian. La decisión se produce en pleno acercamiento de la Unión Europea, UE, al gigante asiático, ante el desafío que a ambas potencias les supone la guerra comercial desatada por Trump.

“Como Presidenta mi responsabilidad es garantizar que todos los diputados de esta Cámara, puedan ejercer su mandato libremente, sin restricciones”, dijo la maltesa, Robera Metsola, la pasada semana, cuando anunció el levantamiento acordado con China: “Nuestras comisiones parlamentarias, deben poder debatir los intereses europeos con sus homólogos chinos sin temor a repercusiones. Nuestra relación con China sigue siendo compleja y polifacética. La mejor manera de abordarla, es a través del compromiso y el diálogo”.

Por su parte, Pekín ha confirmado el pasado martes esa decisión, que afectaba a las relaciones con el Parlamento Europeo desde 2021. “Tras consultas, China y el Parlamento Europeo, han decidido levantar de forma simultánea y completa las restricciones sobre los intercambios mutuos”, afirmó el vocero chino durante una rueda de prensa en Pekín.