Faro del Morro de La Habana 180 años protegiendo a los navegantes

Editado por Maria Calvo
2025-07-24 12:06:38

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El Faro del Morro de La Habana. Foto: José Manuel Correa

por Delfín Xiqués Cutiño

Hace 180 años, el 24 de julio de 1885, el faro del Morro de La Habana emitió su primer destello de luz utilizando como combustible aceite de colza.

Ochenta años después, el 24 de julio de 1945, lo hizo por vez primera con electricidad, a las 7:40 p.m. cuando su fanal quedó iluminado, emitiendo claros y potentes destellos de luz. El espectacular e histórico acontecimiento fue observado por decenas de habaneros que se habían concentrado  en el Castillo de la Punta, en el litoral y en el canal de entrada a la bahía.

Luego de la toma de La Habana por los ingleses, la Corona Española decidió fortificar el Castillo del Morro y dotarlo de un faro que sirviera como guía a los navegantes, por lo que colocó, en 1764, en lo más alto del torreón del Morrillo, una rústica atalaya alumbrada con leña y velas para hacer las señales, cuya luz no podía verse a una distancia tal que su indicación fuese oportuna para guiar a las embarcaciones.

En 1824, se colocó a 117 pies españoles de altura un fanal en el Morro, instalado por el brigadier de la armada Honorato Bouyón, para guiar a las embarcaciones en sus recaladas.En 1840 se proyectó alzar la torre 25 pies sobre la altura que ya tenía, lo que se efectuó tres años después, en 1843.

Esta obra se consideró deficiente como para instalar con seguridad en lo alto el nuevo y moderno fanal del sistema del ingeniero Agustin Fresnel, por lo que se dispuso la construcción de una nueva, que contara con las características técnicas para emplazar en su cúpula el nuevo equipo.

El 8 de diciembre de 1844, en una solemne ceremonia efectuada alrededor de las 5:30 p.m., a la que asistió el gobernador O’Donnell, y un grupo de personalidades, se colocó la primera piedra y el arzobispo procedió a bendecir el inicio de la construcción de la torre del faro del Morro. Ese día, allí se colocaron dos inscripciones: una en mármol y letras de bronce doradas al lado de la entrada que decía:

AÑO DE 1844. REINANDO ISABEL II

LA JUNTA DE FOMENTO PRESIDIDA POR EL CAPITAN GENERAL DE LA ISLA, DON LEOPOLDO O’DONNELL.

DIRIGIÓ ESTA OBRA EL CUERPO DE INGENIEROS DEL EJÉRCITO.

Y la otra inscripción en la propia torre, a una altura de manera tal que pudiera leerse al entrar en el puerto, en letras de dos pies de alto, de metal inoxidable, decía:

O’Donnell, 1844

Las obras de construcción de la torre troncocónica de cantería culminaron en el primer semestre de 1845, pero no se celebró ninguna ceremonia oficial. Se incluyó entre los actos que se estaban organizando para festejar a S.M. la Reina Madre María Cristina de Borbón, el 24 de julio del propio año.

En sus inicios, el faro se le nombró como O’Donnell, pero con el tiempo todo el mundo lo llamaba como faro de El Morro.  

En la Crónica Insular del mes de julio de las Memorias de la Sociedad Económica de La Habana, agosto de 1845, aparece esta pormenorizada descripción de la torre:

«La torre es circular y su diámetro disminuye insensiblemente de la base al remate. Su primer cuerpo tiene 76 pies de altura hasta la parte inferior de la cornisa que le sirve de remate, y en derredor de ésta hay una balaustrada de hierro reforzada; sigue a este cuerpo otro que sirve de base a la linterna y que termina en una cúpula elegante de hermoso aspecto.

«Su altura total es de 108 pies castellanos; su proporcionado diámetro va disminuyendo hasta el descanso de la cúpula. El grueso del muro, que nace de un cimiento profundo, es de 7½ pies en la parte inferior de la torre y va disminuyendo en proporción y conforme a las reglas arquitectónicas inteligentemente observadas por los señores ingenieros. La puerta de entrada es muy sencilla y conduce a una escalera de mármol bastante cómoda, aunque de caracol, la cual recibe la luz y la ventilación por cuatro ventanas en distinto orden de altura.

«El material empleado en la torre es de toda solidez. Sillares de una pieza, ajustados y enlazados entre sí, le dan una resistencia capaz de desafiar el furor de los elementos y a la poderosa y destructora acción del tiempo. En el espesor del muro se ha practicadouna ranura por la cual baja la cuerda del peso-motor. Hay una habitación en la parte superior destinada a los individuos encargados del fanal».

LENTES DEL FARO SISTEMA FRESNEL

Lentes del Faro del Morro de La Habana

De acuerdo con el expediente que se conserva en el Archivo Nacional de Cuba, se conoce que el embajador español en París, intervino con autoridades francesas para conseguir una farola que había construido Henry Lepaute, que tenía incorporado un sistema de lentes diseñados por el físico e ingeniero Agustín Fresnel, del Servicio de Faros de Francia.

La «lente de Fresnel», catadióptrica (reflectante/refractiva) y el uso de lentes «escalonadas» para ampliar la visibilidad de los faros, supuso una revolución en las técnicas del alumbrado marítimo.

Se trataba de una linterna de bronce de cuatro varas de diámetro (3,32 m.) y seis de alto (cerca de 5m.), con aparato giratorio de reflectores. El novedoso equipo fue adquirido en la Exposición Industrial Francesa, que se efectuó en los Campos Elíseos del 1ro. de mayo al 29 de junio de 1884. Su costo ascendió a 59,490 francos y diez céntimos.

El ingeniero Fresnel, del Servicio de Faros de Francia, su inventor, tuvo a su cargo supervisar el tallado de las delicadas piezas ópticas que se fabricaron en un especializado taller.

PRINCIPALES PARTES QUE INTEGRAN EL FARO:

1.- La lámpara mecánica.

2.- El sistema de lentes prismáticos y espejos reflectores convenientemente colocados alrededor de la luz de dicha lámpara.

3.- La máquina que sirve para dar movimiento uniforme de rotación a una parte de aquellos lentes.

 4.- La linterna de cristales que, dando paso a la luz, sirve para cubrir el todo del aparato.

Emitía una luz fija con destellos que alcanzaban una distancia de seis a siete leguas marinas (unas 41 millas)

Aunque el equipo se compone de cuatro partes fundamentales, fue necesario embalarlo cuidadosamente en 76 huacales, por la gran cantidad de elementos frágiles, como lentes, espejos y cristales que lo integraban. La carga se embarcó en la fragata francesa Staoneli, que arribó al puerto de La Habana el 12 de diciembre de 1884.

El contramaestre mecánico Antonio Federico Menoud, tuvo a su cargo montar el novedoso aparato en el fanal de la torre, lo que le llevó varias semanas de delicado trabajo.

De acuerdo a como estaban programados los actos organizados para festejar a S.M. la Reina Madre María Cristina de Borbón, se incluyó, como uno más, encender el nuevo fanal del Morro de La Habana al atardecer del 24 de julio.

Esa noche, numerosos vecinos acudieron al litoral de la entrada  del puerto y a los muelles de la Cortina de Valdés, como aparece en la crónica del Faro Industrial, con fecha 26, para presenciar el histórico espectáculo:

«Todos aguardaban con impaciencia la iluminación del nuevo faro, y cuando vieron destacarse de entre las sombras de la noche aquella hermosa luz, ora vivísima y enrojecida, ora páliday vacilante, quedaron agradablemente sorprendidos…».

El faro del Morro de La Habana es uno de los lugares históricos más emblemáticos de Cuba, y en el extranjero, los que solo conocen a la Isla de nombre, la identifican al contemplar una imagen de nuestra vieja y simbólica fortaleza. (Tomado del diario Granma)



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