
Foto: FB Siempre con Cuba
Por: Maritza Gutiérrez
Este 2 de mayo, el Palacio de Convenciones de La Habana, una vez más, acoge a cientos de amigos de Cuba que asisten a un nuevo encuentro solidario, antimperialista y antifascista.
La cita no solo celebra la amistad entre pueblos, sino que también resalta el compromiso inquebrantable de diversas agrupaciones internacionales con la isla caribeña. La participación de más de 300 integrantes de la XVIII brigada de solidaridad “Primero de Mayo”, provenientes de 16 países, representa un notable respaldo frente al acoso imperial que Estados Unidos ejerce sobre Cuba.
Desde sus inicios, estos encuentros han sido un espacio de diálogo, reflexión y acción. Este año, luego de participar en el desfile por el primero de mayo, los miembros de la brigada internacional, desde ahora y hasta el 10 de mayo, tendrán la oportunidad de realizar jornadas de trabajo voluntario, intercambiar conocimientos y experiencias con trabajadores, estudiantes, científicos y personal de salud cubano. Esta interacción no solo fortalece los lazos entre Cuba y sus amigos solidarios en el resto del mundo, sino que también contribuye al crecimiento de los movimientos progresistas y de izquierda que hoy sufren el acoso imperial en sus propios países.
Fernando González Llort, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), subrayó la importancia de este evento, enfatizando el repudio a la política de máxima presión estadounidense y su impacto negativo en el pueblo cubano. El compromiso de quienes viajan desde Estados Unidos, Europa, América Latina, África, Canadá y Australia, demuestra que la solidaridad trasciende fronteras.
Se trata de personas humildes y trabajadoras que con sacrificio cubren sus gastos para compartir momentos de solidaridad y acción junto al pueblo cubano, al que consideran un faro de resistencia y esperanza en la batalla por un mundo mejor que es posible.
En un contexto global donde el bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba se intensifica, así como el genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, y las campañas de desinformación contra la Isla y los movimientos progresistas y de izquierda, este encuentro adquiere una relevancia particular.
Tras las deliberaciones del encuentro, una contundente declaración de principios reafirmará la voluntad de resistencia del pueblo cubano en su lucha por preservar las conquistas sociales alcanzadas gracias a la Revolución y el repudio a la política genocida de Israel contra el pueblo palestino.
El encuentro de solidaridad en La Habana se convierte en un símbolo de fortaleza y unidad, enviando un mensaje claro: Cuba no está sola. La lucha por la justicia social y la soberanía es un esfuerzo colectivo que trasciende las barreras geográficas, reafirmando que la unidad y la solidaridad constituyen una herramienta esencial para los pueblos en la construcción de un futuro más justo y equitativo para todos.